El próximo 15 de junio los alumnos de segundo de Bachillerato estrenarán la nueva selectividad. :: J. MARTÍN
MÁLAGA

Los alumnos de Bachillerato se preparan para una nueva selectividad más competitiva

Los exámenes arrancan el 15 de junio y estrenan el sistema de ponderación que permitirá mejorar la nota para acceder a la titulación elegida

AMANDA SALAZAR asalazar@diariosur.es

Domingo, 9 de mayo 2010, 03:48

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Los estudiantes de segundo de Bachillerato afrontan el último tirón del curso. Durante las próximas semanas, les tocará hincar los codos para sacar las mejores notas en el tramo final de su formación en el instituto. Después, entre el 15 y el 18 de junio, llegará la hora de examinarse de la temida selectividad. A los nervios normales por el examen, se suma el estreno este año de la Prueba de Aptitud para el Acceso a la Universidad (PAAU). Según explica el vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Málaga (UMA), Juan Antonio Perles, la nueva selectividad consta de una parte obligatoria en la que los jóvenes deberán examinarse de un comentario de texto de Lengua y Literatura; otro a elegir entre Historia de España y Filosofía; lengua extranjera y una asignatura optativa. En los idiomas, se podrá optar entre inglés, francés, portugués y alemán, incluso aunque no estuviesen matriculados de esa lengua en Bachillerato, y el objetivo es que en 2018 tengan una parte oral.

Un alumno puede aprobar examinándose sólo de cuatro asignaturas, mientras que hasta ahora necesitaba seis. «Si el estudiante tiene claro que quiere acceder a una titulación que habitualmente no tiene mucha demanda, puede examinarse de lo mínimo, que tendrá una puntuación máxima de un diez», indica Perles. La media de estas cuatro disciplinas supondrá el 40% de la nota total de la prueba. El otro 60% se obtiene de la nota del expediente de Bachillerato.

Pruebas a medida

Pero el cambio más importante este año es que los estudiantes podrán examinarse de un máximo de cuatro asignaturas optativas más para conseguir mejorar su nota de cara a acceder a los grados que tienen numerus clausus con una gran demanda. Para ello, deberán tener en cuenta las materias que más puntúan para la titulación universitaria que quieran elegir, atendiendo a una tabla de ponderación de las asignaturas de bachillerato que pueden encontrar en la web de la UMA www.uma.es.

«De estas cuatro materias se hace la media de las dos en las que el alumno obtenga mejores notas», indica Perles. En total, un estudiante podrá sacar hasta catorce puntos. «En los centros educativos, los orientadores están recomendando a los alumnos hacer al menos seis asignaturas, incluso cuando aspiran a carreras con notas medias bajas, para curarse en salud», añade el vicerrector.

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«Se trata de hacer una selectividad personalizada y a la medida de cada alumno, pero también más competitiva; en este marco, los alumnos que tengan más información van a sacar mejor partido y notas más altas para poder elegir el grado que deseen», señala Ana Cobos, orientadora del IES Ben Gabirol de Málaga. Para ello, indica, el trabajo de los orientadores va a ser vital. «Le estamos pidiendo a los estudiantes que elijan a qué quieren dedicarse incluso desde cuarto de ESO, cuando muchos de ellos ni siquiera se plantean el futuro, pero tenemos que buscar sus puntos fuertes para diseñar el itinerario académico más adecuado», señala.

Reajustes para la transición

La anticipación es precisamente algo con lo que no han contado los estudiantes que se enfrentan este año por primera vez a este sistema. Cuando eligieron sus asignaturas en primero de Bachillerato, ninguno sabía qué materias puntuarían más para cada titulación. De hecho, según indica el director del IES Arroyo de la Miel, Francisco Rey, hasta el mes de febrero no pudieron informar a los alumnos del procedimiento de la nueva selectividad y desde entonces, las tablas de ponderación han cambiado en varias ocasiones. «Estamos ajustando todo para intentar que sea lo más justo posible con los alumnos, por eso, en este primer año de transición los estudiantes tendrán más asignaturas que puntúen el máximo de 0,2 de las que en realidad tendrá cada grado en el futuro para que no haya ningún perjudicado», dice Perles.

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Otro aspecto que tendrán que solventar desde la universidad el día del examen es evitar coincidencias en las horas de los exámenes en las optativas. Para ello, según dice Rey, está prevista una hora extra para poder examinar a estudiantes a los que les coincidiesen dos asignaturas de las que se hubiesen matriculado. Rey asegura que esta selectividad también fomenta el autoaprendizaje porque no es necesario cursar las asignaturas en Bachillerato para examinarse de ellas.

Pero, ¿qué ocurrirá con las personas que hicieron la selectividad hace unos años y quieran incorporarse ahora a la universidad? Según Perles, la nota de la selectividad que realizaron entonces puntúa hasta diez, con lo que los alumnos que quisieran optar a un grado con una demanda alta también tendrían que examinarse de hasta cuatro optativas con unos parámetros de ponderación distintos que también están colgados en la web de la UMA que, por su parte, será la encargada este año de la preparación de la selectividad para todo el Distrito Único andaluz. Así que la universidad malagueña tendrá que afrontar los posibles problemas que surjan para poner en marcha la PAAU. Mientras, los alumnos tendrán otro objetivo, lograr los mejores resultados. Los que no lo consigan, tendrán una nueva oportunidad del 14 al 16 de septiembre.

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