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María Dolores, que estudia Podología, y Claudio, Historia, ayer en la biblioteca General. EVA S. MELENDO
La Universidad abre todas sus bibliotecas para facilitar la preparación de exámenes

La Universidad abre todas sus bibliotecas para facilitar la preparación de exámenes

El calendario de la Feria de Málaga ha condicionado el de apertura extraordinaria, que de dos semanas ha quedado reducido a estos últimos días de agosto

Martes, 27 de agosto 2019, 00:56

Todas las bibliotecas de la Universidad de Málaga tienen ya sus puertas abiertas para facilitar a los estudiantes la preparación de los exámenes de recuperación de septiembre. Aunque también estudiantes de instituto y opositores esperaban con interés la apertura de estas instalaciones. Un horario extraordinario que ha estado condicionado por el calendario de feria y que para los universitarios ha supuesto contar con una semana menos de bibliotecas abiertas en agosto: tradicionalmente la General y otras dos o tres abrían la tercera semana de agosto con horario ampliado, mientras que el resto de instalaciones se sumaban ya la última semana.

El calendario de feria ha condicionado la apertura de las bibliotecas, de manera que todas han abierto este lunes 26. De hecho, este era uno de los comentarios de los estudiantes que se acercaron ayer a la biblioteca General. «Han abierto muy tarde, ya la echábamos de menos», comentó Almudena, estudiante de Matemáticas. Con su amiga Clara, de Publicidad, han buscado durante este mes bibliotecas públicas que estuvieran abiertas, como Las Chapas o la de La Térmica. Las jóvenes reconocen que «aquí –en referencia a La General– se aprovecha mucho más el tiempo, hay un ambiente de estudio y te puedes concentrar, algo muy difícil en tu casa». A José Luis, que es de Lucena y estudia Bioquímica, este calendario le ha trastocado los planes. «Me quedó una asignatura y no he podido venirme antes por la feria y porque las bibliotecas no estaban abiertas», decía.

Con todas las bibliotecas abiertas el mismo día, las aglomeraciones han sido menores que en otros años. Aún así, algunos alumnos ya estaba antes de las ocho de la mañana en las puertas de La General esperando su apertura, quizás porque no sabían que estaban todas abiertas. También a primera hora estaban los encargados de las máquinas expendedores de bebidas y comida recargando las máquinas.

Precisamente la comida es uno de los problemas para los estudiantes. Y es que, aunque han abierto las bibliotecas de todas las escuelas y facultades, no ha pasado lo mismo con las cafeterías. Las que no tienen horario ampliado abren durante esta semana de 9 a 14 y recuperan el horario habitual de mañana y tarde a partir del 2 de septiembre. En algunos casos, como en Derecho, ha abierto la cafetería, pero sin servicio de comidas. «Como vivimos cerca, nos vamos a comer a casa», explicaron Almudena y Clara. Para la cena ya sí se llevan un bocadillo o algún alimento envasado que les ayude a pasar la noche. María Dolores, que pasa a cuarto de Podología, y Claudio, también a cuarto pero de Historia, son de 'tupper', con comida que llevan de casa y calientas en los microondas que la UMA tiene instalados en una sala especial. A la hora crítica del almuerzo hay colas para calentar la comida y los usuarios tienen que tener algo más de paciencia. En todo caso, quedan las máquinas de comida, que cuentan con bebidas, aperitivos salados y golosinas y bocadillos tipo sandwich. Desde las asociaciones de estudiantes se viene reclamando a la Universidad que estas máquinas expendedoras tenga variedad de 'comida sana' y dispensen también algunas piezas de fruta, algo que aún no es posible.

Silencio y wifi

Entre las 'ventajas' de estudiar en las bibliotecas universitarias, los usuarios destacan sobre todo el silencio, el ambiente que invita a estudiar y la red wifi que permite a los jóvenes utilizar sus ordenadores o dispositivos que les conectan al campus virtual de la UMA. «Aquí tenemos apuntes, exámenes, indicaciones de los profesores, etcétera», comentaba Sara, estudiante de Tecnologías Industriales que, como otros muchos, estaba «deseando» que abrieran las de la UMA. «En agosto he ido a la municipal del barrio, pero solo abre hasta las dos. Y en casa, con la familia, hermanos pequeños, etcétera, es muy difícil poder concentrarse». Y aunque ayer también abrió la biblioteca de su escuela, prefiere La General pues hay amigos que estudian otras carreras con los que compartir un rato de charla en los descansos o el tiempo de la comida.

Cuatro de las bibliotecas de la UMA tiene un horario especial y ampliado desde este lunes y hasta el 19 de septiembre, con el objetivo de ayudar a los estudiantes a preparar sus exámenes de esta convocatoria. La General permanece abierta casi las 24 horas, solo cierra de 7 a 8 de la mañana para realizar la limpieza. Hasta las 3 de la madrugada están abiertas las de Económicas, Ciencias y Telecomunicación e Informática. El resto de bibliotecas tienen esta semana horario de mañana (de 9 a 14 horas) y el 2 de agosto recuperan su horario habitual, normalmente entre 8 o 9 de la mañana a 20 o 21 horas.

El horario y la comodidad llevan a muchos estudiantes a las bibliotecas, y no exclusivamente universitarios. Es el caso de Aitor, que se prepara para ser policía, y el de una amiga, que estudia primero de Bachillerato en el instituto de Puerto de la Torre. Durante un descanso, a la puerta de La General, comentaban que en la biblioteca «hay muy buen ambiente de estudio». Él vendrá aquí todas las mañanas, de 8 a 3, para prepararse las oposiciones. Ella espera aprobar las asignaturas que le han quedado para poder pasar a segundo. Otro amigo, Juanma, ya es estudiante de la UMA, en concreto de Ingeniería de Software. Le han quedado tres, pero «viendo la dificultad de estas ingenierías puedo estar contento», afirmó. En julio ha tenido tiempo de prepararse una asignatura, y de aquí a la fecha del examen espera tener lista al menos una más.

Las fechas de examen, a debate

Las fechas para realizar los exámenes de la segunda convocatoria anual, habitualmente en septiembre, son motivo de debate entre los alumnos. El equipo de gobierno ha planteado adelantarlos a julio, adaptando todo el calendario académico para que el curso empiece y termine antes, eliminando la convocatoria de septiembre. «La verdad es que en verano se estudia poco», reconocía Claudio, con una pendiente de Historia: «en julio no he estudiado casi nada, y en agosto, con la feria, menos», opinión que comparte María Dolores, de Podología. Según Pilar, de tercero de Derecho, «cuesta estudiar en verano», por lo que preferiría terminar en julio. Miriam, en cambio, considera que llegan a final de curso muy cansadas, con pocas ganas de preparar de nuevo exámenes de las asignaturas suspendidas en julio.

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