El rector, a los nuevos doctores: «Estáis llamados a construir un mundo diferente»

En un auditorio completo de compañeros, profesores y familiares, los nuevos doctores recibieron en la tarde de este jueves los atributos de la dignidad doctoral: el birrete laureado, distintivo del magisterio; los guantes blancos, símbolo de pureza; el abrazo de fraternidad del rector y la credencial que certifica el título alcanzado.

Como señaló el rector, el doctorado requiere de un esfuerzo y sacrificio personal a lo largo de varios años, en algunos casos infructuoso. En este caso, han sido 202 estudiantes de doctorado los que han defendido su tesis durante el curso 2021/22.

Sergio Ángel Varela es profesor de Lengua y Literatura en el IES Portada Alta. Ha realizado su tesis sobre Miguel de Unamuno como lingüista, dirigida por el profesor Francisco Carriscondo. «La he podido sacar adelante quitando horas al sueño y a la familia», aseguró. En Biología se ha doctorado María Luisa Antequera, que ha realizado su tesis sobre el Bacillus cereus, un patógeno que provoca enfermedades gastrointestinales. Con 30 años, ha dedicado cuatro a su tesis. Ahora es investigadora postdoctoral en el departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación.

También profesor de Secundaria, en su caso de Matemáticas en el instituto Fuengirola n.º 1, Miguel Ángel Domínguez ha dedicado su investigación a las tecnologías informáticas, en concreto a la optimización combinatoria multi objetivo. Ha necesitado seis años para terminar y reconocía que «ha sido bastante duro, con la edad se hace mucho más difícil y hay que hacer un esfuerzo mayor para compaginar la labor docente y la investigación para la tesis».

En Estudios Sociales y del Trabajo se ha doctorado Silvia Escobar Fuentes, de 28 años. Ha realizado, con ayuda del plan propio de investigación de la UMA, una tesis sobre el empoderamiento de la mujer en el reguetón, dirigida por el profesor Manuel Montalban. Como en otros casos, aseguró que lo más complicado ha sido la conciliación familiar. Tras la tesis, sigue ligada a la UMA con un contrato postdoctoral.

Pablo Guzmán Sancho ha sido uno más de los nuevos doctores investidos en el solemne acto académico de ayer. Tiene 33 años, es graduado en Periodismo y se ha doctorado en Ciencias de la Comunicación. Su presencia en el escenario fue recibida con un prolongado aplauso. Pablo es uno de los primeros doctores de la UMA con discapacidad. Con los profesores Miguel de Aguilera y Ana Sedeño ha estudiado precisamente la adaptación de la universidad a las necesidades que presentan alumnos con alguna discapacidad. Aunque su madre le anima a hacer oposiciones, a él le gustaría ser profesor porque «un docente con discapacidad va a entender mucho mejor a alumnos en su misma situación».

Que la familia cuenta mucho y tiene un papel esencial en el trabajo de los nuevos doctores se pudo comprobar en el Paraninfo de la UMA, durante el acto de investidura. Con un fuerte «¡mamá!» recibió un pequeño la salida al escenario de su madre, María Luisa. Antes y después del acto, las fotos de los nuevos doctores con el traje académico fueron una constante. Como dijo el rector, han compartido con los nuevos doctores «sacrificios, renuncias y los sinsabores de un trabajo lleno de dificultades, pero que hoy culmina con la ceremonia de reconocimiento público a vuestra labor».