La UMA reconoce a las estudiantes que ayudaron en el naufragio de Galápagos

Se trata de Marina Muñoz, Ana del Pino, Yaiza Romero y Estefanía García. Las jóvenes no olvidan la noche del 25 de septiembre, cuando la lancha en la que hacían la travesía desde la isla Isabela a la isla San Cruz naufragó. Las cuatro jóvenes llegaron nadando a otra lancha que había ido a suministrarles combustible, pero también ayudaron a rescatar a parte del pasaje. No obstante, hubo cuatro muertos y dos desaparecidos.

Las jóvenes decían, en el jardín botánico de la UMA, que aquella tragedia «fue un punto de inflexión» en sus vidas. Las cuatro siguen muy unidas casi un años después de aquella tragedia y confirmaban sus deseos de volver por Galápagos. «Nos quedamos con lo bueno, con todo lo que allí aprendimos», decía Estefanía, bióloga y ahora estudiante de doctorado. Marina, graduada en Biología y estudiante de máster, destaca el «apoyo de organizaciones y personas, toda la ayuda que recibimos» y Ana del Pino, bioquímica, decía que tras el naufragio, a las dos semanas se reincorporaron a sus proyectos de investigación, tras unas sesiones de apoyo psicológico. Estefanía anima a sus compañeros universitarios a que tengan esa experiencia de cooperación internacional, que permite «ayudar a personas que lo necesitan».

Una experiencia internacional como la que ha tenido José Francisco Gómez en Perú, durante julio pasado. Es educador social y trabajó en verano en una guardería. Fueron unas semanas «intensas, que te cambian la vida, no eres el mismo al regresar a España», asegura.

En el jardín botánico se han mezclado los estudiantes 'incoming' y 'outgoing' del curso actual y del que viene. En el primer semestre de 2022/23 hubo 1.687 inscritos en el 'Buddy Program': 800 alumnos locales y 887 internacionales. En el segundo semestre, la cifra ascendió a 1.292; 621 locales y 671 internacionales.

Por lo que se refiere a los estudiantes que saldrán este año de la Universidad de Málaga a una movilidad internacional ('outgoing'), hacen un total de 1.328, con los siguientes destinos preferentes: Italia, Polonia, Portugal, Bélgica, República Checa, Alemania y Francia.

Marta García es una de las estudiantes de la UMA que el curso próximo estudiará fuera de Málaga. En su caso, asignaturas del doble grado de Matemáticas y Telecomunicación en la Universidad de Ulm (Alemania). Es de la primera promoción de este doble grado de la UMA y reconoce las dificultades que, incluso a día de hoy, han tenido para poder convalidar asignaturas con el programa Erasmus. De hecho, en su caso no ha hecho esta movilidad con anterioridad por esos problemas. «Ahora, que están más o menos solucionados, he decidido salir por tener esa experiencia antes de terminar mis estudios», señala. En el caso de Ernesto Herrera, estudiante de tercero de Teleco, se marchará a Cracovia. Entre otras cuestiones, ha sopesado el nivel de vida de Polonia, más barato que otros muchos destinos. Malagueño, considera que «después de llevar mis 20 años en Málaga, creo que resultará interesante esta experiencia internacional».

Además de la movilidad Erasmus, la UMA cuenta con otros programas internacionales, como los acuerdos con Corea. Este próximo curso irán 77 estudiantes malagueños al país asiático. Entre lo que han pasado este curso en Málaga se encuentra Song Lim, una joven de 22 años que ha estudiado Filología Inglesa. Se muestra encantada de Málaga. Ha compartido piso con otros estudiantes, con los que se ha llevado «muy bien». De Málaga le ha gustado sobre todo «el buen tiempo» y no duda al afirmar que «me gustaría volver».

Durante la ceremonia se han entregado premios a los mejores 'buddies' -alumnos que acompañan a estudiantes extranjeros-, así como a participantes en varios concursos de fotografía y cooperación internacional. La vicerrectora de Movilidad y Cooperación Internacional, Susana Cabrera, ha presidido el acto, enfocado a promover la diversidad cultural y la interacción entre alumnos locales e internacionales. Según dijo, se están recuperando e incluso superando las cifras de alumnos de movilidad internacional previas a la pandemia. Y aseguró que se trata de una experiencia «totalmente recomendable para nuestro alumnado».