Una de las aulas de la Facultad de Medicina, donde ayer comenzó el examen para los mayores de 25 años. MIGUE FERNÁNDEZ

«Dejar los estudios fue un error de juventud que ahora quiero reparar»

Casi medio millar de personas se presentan a las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 y de 45 años

Sábado, 10 de abril 2021, 00:03

Estudiar una carrera por el placer de ampliar conocimientos, para reparar un error de juventud o para conseguir el título que les abra las puertas ... a un mejor empleo. Son muchas y variadas las razones que llevan a casi medio millar de malagueños a presentarse a las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 y de 45 años, que se desarrollan en la UMA entre ayer y hoy sábado. ste año se registra un máximo de candidatos, 479 (77 mayores de 45 y 402 mayores de 25 años); en 2020 fueron un total de 352 y en 2019, 387. El porcentaje de aprobados el año pasado se situó en torno al 62-63 por ciento en ambos segmentos de edad.

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Son dos pruebas diferentes, según la edad. Para los mayores de 25 años, el examen dura dos días, viernes y sábado, y se examinaron ayer de comentario de texto, Lengua Española e Inglés y hoy sábado de otras dos asignaturas agrupadas por ramas de conocimiento. Los mayores de 45 realizaron el examen ayer y consistió en un comentario de texto y un examen de Lengua Española. Después, tienen una entrevista personal.

Desde octubre, algunas academias están preparando a sus alumnos para que lleguen a la prueba en las mejores condiciones. Es el caso de Jesús Ayala. La preparadora de esta prueba, Manoli Díaz Campos, confirma que este año han llegado más personas interesadas por la prueba de acceso. Para quienes dejaron el instituto hace años «se hace difícil recuperar el hábito de estudio», reconoce, pero con las pautas que ella les marca, y el interés que ponen los alumnos, al final se consiguen buenos resultados: casi el cien por cien de aprobados en las últimas convocatorias. Este curso, las clases han tenido que ser a distancia. Algo que, según esta preparadora, que es licenciada en Administración y Dirección de Empresas, ha resultado una ventaja: «Muchos de ellos trabajan, y se perdían las clases presenciales. En la modalidad 'online' se conectan en directo, o bien cuando tienen tiempo. Y por correo o por Whatsapp plantean las dudas».

Abandono temprano

El abandono temprano de los estudios es una de las razones que lleva a algunos a realizar esta prueba. Es el caso de José Fernández Andrades, que dejó el colegio sin terminar los estudios obligatorios. Hace tres años aprobó la Secundaria para adultos y ahora se atreve con la prueba de acceso a la universidad. Desde los 16 años que dejó el colegio ha estado trabajando, ahora como repartidor de una empresa de cátering escolar. «Empiezo a trabajar muy temprano, a las 4 de la mañana, y como tengo las tardes libres, pensé en estudiar», comenta. Lo que no hizo a su edad lo está haciendo ahora, hasta el punto de afirmar que «le estoy cogiendo el gusto a los estudios». Aún está pensando qué hacer si aprueba, aunque una de las opciones es opositar para la Policía Nacional.

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Otro caso de abandono escolar es el de Yeray Moreno Gutiérrez, de La Cala y con 33 años. Aprobó primero de Bachillerato, y dejó los estudios con 19 años. Afirma que ahora se arrepiente de aquella decisión, a la que le abocó el trabajo y el dinero del que podía disponer tan joven. Como superar la prueba de acceso a la universidad para mayores de 25 años es equivalente al título de Bachiller a los efectos de acceso a empleos públicos, algunos toman esta opción. Yeray Moreno se está preparando para la prueba de acceso y también las oposiciones a la Guardia Civil. Estudia de 8 a 10 horas diarias y sus padres, que tanto le reprocharon que dejara los estudios, «ahora se sienten muy orgullosos del sacrificio que estoy haciendo».

Exámenes para obtener el título de Bachiller

478 personas se examinan para obtener el título de Bachiller para personas mayores de 20 años. Las pruebas tienen lugar durante dos sábados, hoy y el próximo día 17 y se desarrollarán en jornada de mañana y tarde, en el instituto Jesús Marín de la capital. En toda Andalucía participarán un total de 2.180 personas y se han establecido 10 comisiones evaluadoras. Para obtener el título de Bachiller es necesario superar todos los ejercicios, si bien se podrán reservar las materias aprobadas para próximas convocatorias. Las personas que ya hubiesen cursado y superado una o varias materias en Bachillerato o enseñanza equivalente quedarán exentas de la realización de parte de las pruebas.

Como sus compañeros, se ha preparado en la academia Jesús Ayala Elizabeht Doña Martín, de 31 años. En 4.º de la ESO dejó el instituto para hacer cursos de peluquería y estética y trabajar. En 2015 aprobó la Secundaria para adultos y ahora «voy a por la universidad. Nunca es tarde para intentarlo», afirma, y reconoce el error que supuso dejar los estudios. «Mi hermana termina ahora Enfermería. Yo también podría haber ido a la universidad, en ese sentido no había problemas en mi familia», explica. El trabajo, el dinero, son muy tentadores. Aunque hace años era fácil conseguir trabajo sin formación, la situación ha cambiado radicalmente: «Ahora te piden un mínimo de titulación», reconoce. De hecho, trabaja cuidando a personas mayores. Con dos hijos, de 8 y 10 años, Elizabeth siente frustración cuando no alcanza a ayudarles en alguna materia. Le gustaría cursar Educación Primaria, y su ilusión sería poder trabajar en el colegio donde estudió, el Cerrado de Calderón.

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El placer de aprender

También se ha presentado a la prueba Begoña Díaz Romero, aunque en su caso por mayores de 45 años, que es la edad que cumple en unos meses. Tiene su propio negocio familiar, una clínica veterinaria, y a sus dos hijos ya mayores, por lo que dice que ha llegado el momento de hacer lo que le gusta. Dejó los estudios en el entonces segundo de BUP, para trabajar. «No es que fuera mala estudiantes, me salió un trabajo y dejé el instituto», explica. Una decisión de la que se arrepiente, aunque reconoce que «no me ha ido mal». Si pasa la prueba, quiere estudiar algo relacionado con la alimentación, un tema que le apasiona. «Con la vida resuelta, si voy a la universidad es por el placer de aprender», afirma.

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