Después de estar paralizadas unos meses por problemas administrativos y cambios en el proyecto, las obras del futuro parque frutal de la Universidad han cogido ritmo y en la entrada al campus de Teatinos por la avenida Jiménez Fraud ya se vislumbra el trazado de este futuro huerto urbano universitario, que estará terminado antes de final de año.
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La primera piedra de este huerto urbano y parque frutal de la UMA se colocó en julio de 2019, con la previsión de que se hiciera realidad para finales de ese año. Pero las obras quedaron paralizadas a los pocos meses por problemas administrativos. En concreto, según explica la vicerrectora de Smart Campus, Raquel Barco, la autorización de la Agencia Andaluza del Agua «tardó más de lo previsto». Esta autorización era necesaria pues las obras afectan a un arroyo.
Además, el proyecto ha sido modificado para incluir otros 7.000 metros cuadrados que no estaban en el original. La Gerencia Municipal de Urbanismo tenía previsto modificar el trazado de la calle Jiménez Fraud, que ocupaba parte del terreno previsto para el parque frutal. Sin embargo, explica la vicerrectora, finalmente este cambio de trazado se ha descartado, por lo que se han incluido en el proyecto esos metros cuadrados colindantes con la carretera, con lo que el coste de la obra (que se adjudicó a Sando por casi un millón de euros) se ha incrementado en otro medio millón de euros. También se han incluido otras obras menores, como el entubamiento de parte del arroyo, aunque en términos generales el proyecto se mantiene fiel al original: «Sigue siendo un parque frutal, con colores que cambiarán con las estaciones, con recorridos sensoriales y huertos urbanos», dice Raquel Barco.
Estos 22.000 metros cuadrados de superficie dotarán a la Universidad de una parcela verde «única y original» en la que se aunará naturaleza, arte y ciencia. Un espacio vivo con una estrategia geométrica de plantación basada en la combinación de especies autóctonas y con un recorrido sensorial y adaptado a la diversidad funcional, que busca aprovechar las cualidades propias de la naturaleza, para que puedan vivirse desde dentro, de acuerdo con el proyecto del arquitecto Alberto García Marín.
Está ubicado en la parcela verde del campus universitario de Teatinos, delimitado al norte por el Bulevar Louis Pasteur, al sur por la Avda. Blas Infante, al este con la calle Jiménez Fraud y al oeste con el aulario Rosa Gálvez.
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Se trata de una zona que podrán disfrutar también personas ajenas a la comunidad universitaria, en la que se dispondrá un parque infantil, un puente colgante para salvar el arroyo Zapatero y un lago, como elementos de disfrute y ocio. Pero además, también servirá para la docencia e investigación relacionada con la producción agrícola, tecnologías y sostenibilidad.
La obra está prevista en varias fases. La primera es la construcción del huerto comunitario, con una superficie de 2.500 metros cuadrados. El huerto de investigación, con árboles productivos y arboleda sensorial, tenía una superficie prevista de casi 12.000 metros. Otra de las fases se refiere al encauzamiento del arroyo Zapatero, de unos 3.000 metros, así como la conexión con el aulario Rosa de Gálvez y la ETSI Informática, de casi 3.500 metros y, finalmente, la modificación del vial Jiménez Fraud y la arboleda sensorial, de casi 8.000 metros cuadrados.
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