Secciones
Servicios
Destacamos
La auditoría de las cuentas del año 2023, presentada ayer al Consejo de Gobierno de la Universidad, no ha hecho sino certificar la crítica situación económica de la Universidad: el déficit de la UMA, según las cuentas auditadas por una empresa externa, es de 27 ... millones de euros. Es el mayor que se conoce en la historia de la Universidad. «El esfuerzo que estamos haciendo este año, con un presupuesto que es 14 millones de euros inferior al del año pasado, no será suficiente», advierte la gerente, Rosario Gómez.
Las cuentas oficiales de la UMA pasan hoy al Consejo Social, que es el órgano competente en materia económica (tanto para aprobar los presupuestos como es ahora en este caso su liquidación), para su aprobación definitiva. Tras este trámite, pasarán a la Cámara de Cuentas de Andalucía y a la Consejería de Universidad de la Junta.
«Desde este momento nos ponemos a disposición de la Junta para acordar las posibles actuaciones que debemos acometer mediante un plan de ajuste, saneamiento o sostenibilidad», señaló la gerente.
Si bien el déficit presupuestario certificado por la auditoría se ajusta a las previsiones que realizara la propia gerente poco después de tomar posesión (se habló en principio de 28 millones, y la auditoría lo ha situado en 26.991.321 euros) sí ha habido una variación más significativa en el caso de los remanentes de tesorería negativos (recursos presupuestarios generados en años anteriores para financiar actuaciones de ejercicios posteriores), que han pasado de 35 millones a 27.211.962 euros «tras un meticuloso análisis de partidas presupuestarias que nos ha permitido incorporar algunos remanentes y reducir ese déficit», explicó la gerente.
Rosario Gómez aseguró que el esfuerzo que se está haciendo en este ejercicio (14 millones menos de presupuesto respecto al año 2023) no es suficiente por dos razones. Por una parte, arrastra una deuda por construcciones de casi 36 millones de euros. Y, por otra, hay un problema histórico de infrafinanciación de la Universidad de Málaga.
«Por diversas razones, arrastramos una deuda en construcciones muy importante, de 36 millones de euros, y esto necesita de una solución independiente y separada. Por otro lado –añade– hay un problema con el déficit de financiación de la UMA por parte de la Junta, que necesita de una solución estructural diferente de la anterior. Si la primera es coyuntural, el déficit acumulado durante varios años por las construcciones de nuevas infraestructuras; la segunda, como podemos demostrar, viene arrastrada por muchos años de déficit de financiación por parte de la Junta que habría que solucionar a medio y largo plazo», afirmó.
La delicada situación económica por la que atraviesa la Universidad de Málaga, con reducción de presupuesto en todos los centros y departamentos, afecta también a su política de contratación e incorporación de profesorado. Para este próximo curso, la contratación de nuevo personal docente e investigador será casi testimonial: el Consejo de Gobierno ha aprobado 6 plazas para ayudantes doctores, 3 profesores asociados y otros 8 asociados con convenio con instituciones sanitarias. Nada en comparación con una media de más de cien plazas en los últimos años. La figura de ayudante doctor se considera el inicio de la carrera docente. Además del doctorado, tienen que tener informes favorables de la ANECA, la agencia que acredita la excelencia docente e investigador. Ayudantes doctores y asociados tienen que justificarse por «necesidades urgentes e inaplazables».
El año pasado, la oferta para ayudantes doctores en la UMA alcanzó las 132 plazas; en 2022, 82; en 2021, 94; en 2020, 102 y en 2019, 127.
El Consejo de Gobierno también ha aprobado la oferta de empleo público para el año que viene, pero que se podrá ejecutar en los próximos tres años. En este caso son 140 plazas, 23 catedráticos, 77 profesores titulares y 40 profesores permanentes laborales (contratados doctores hasta la LOSU).
Del total de catedráticos previstos, 12 ingresarían por turno libre y 11 por promoción interna. En cuanto a los profesores titulares, 32 accederían por promoción interna, 33 por turno libre y 12 por turno libre también, pero con certificado I3. Y, por último, de los 40 profesores permanentes laborales, 17 serían de promoción interna, 17 de turno libre y otros 17, de turno libre con certificado I3.
También se ha modificado la oferta de empleo público de 2023 para incluir expresamente 12 plazas de catedrático, siguiendo recientes sentencias que reconocían el derecho a promoción interna. Y para el profesorado acreditado por ANECA antes de 2024 se contemplan cinco plazas destinadas a catedráticos y 9 a profesores titulares.
Francisco Vila, vicerrector para la Reforma Estatutaria, Relaciones de Empleo y Negociación Colectiva, explica que esta oferta ha sido negociada con los sindicatos y mediatizada por la situación económica de la UMA. «Es adecuada al contexto económico en el que nos movemos», afirmó. Si bien los presupuestos de 2023, prorrogados para este 2024, permiten una tasa de reposición del 120%, la UMA solo repondrá el cien por cien de las bajas (por jubilación u otras causas). «Con esta oferta intentamos garantizar el derecho a la promoción de los profesores que vayan consiguiendo su acreditación para un cuerpo superior», señaló.
El vicerrector explicó que uno de los objetivos del nuevo equipo es poner en macha cuanto antes un plan extraordinario de estabilización, con el objetivo de mejorar las condiciones del personal laboral y reducir al mismo tiempo el porcentaje de interinidad que, como en otras administraciones, tiene que bajar al 8 por ciento.
La gerente ha analizado la financiación total que la UMA recibe anualmente de la Consejería desde 2015 hasta la actualidad y de los gastos de la UMA en personal y los gastos corrientes en bienes y servicios –también en las mismas fechas–, constatándose un déficit de financiación que va de los 11 millones de euros por término medio en el periodo 2015/2018 a los 28 millones de euros de media en el periodo 2019/2023, incluso exceptuando del cálculo el 2020 por las circunstancias especiales que se produjeron ese año motivadas por la pandemia mundial.
Curiosamente, la deuda que la UMA acumula con las empresas constructores es de 36 millones, la misma cantidad que la Universidad aportó a la Junta como contribución para dotar un fondo de emergencia social y económica en el contexto de la pandemia de 2020 por importe de 36.134.791 euros, con cargo a su remanente de tesorería no afectado positivo que tenía entonces la UMA. «Y ese es justo el importe que necesitamos para poder pagar las obras», apuntó la gerente.
La nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario establece que en caso de liquidación con remanente de tesorería negativo –como es el caso de la UMA–, el Consejo Social deberá proceder a la reducción del gasto en el nuevo presupuesto en la misma cuantía. En caso contrario, la Junta de Andalucía podría adoptar las medidas necesarias para garantizar la estabilidad presupuestaria de la UMA. Pero no se trata de una intervención de las cuentas por parte de la Junta, matiza la gerente. «Esperamos de la Junta propuestas concretas para hacer frente a la sostenibilidad financiera de nuestra Universidad», afirmó.
Por otra parte, el Consejo de Gobierno ha aprobado la propuesta de modificación de la oferta de plazas de nuevo ingreso en algunas de las titulaciones de la escuela de Informática para el curso 2024/25, con un total de 18 puestos más, que incrementarán la oferta que se hace actualmente en el grado de Ingeniería Informática (10), Ciberseguridad e Inteligencia Artificial (6) y el doble grado en Matemáticas e Informática (2 plazas más). Este incremento de la oferta es independiente del anunciado por la Consejería de Universidad, previsto para el curso 2025/26.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.