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Una realidad viva y asentada. Un motor para contribuir a formar una sociedad más justa en la que caben todos. Una pieza fundamental para mejorar la calidad de la vida de las personas. Podrían enlazarse más conceptos, pero los de más peso se encuentran entre los citados. Forman parte de ese mosaico de argumentos que justifican la existencia y son la razón de ser de la Universidad de Málaga (UMA). Al menos, según las palabras pronunciadas este jueves por el rector de la misma, José Ángel Narváez, en el marco del último acto de los muchos que se han encadenando en los últimos meses para conmemorar el 50 aniversario de la UMA. Un acto que fue aprovechado para hacer entrega de la medalla de oro de la universidad a tres instituciones que fueron y son clave para su creación y posterior existencia: Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Diputación.
Sin este apoyo, lo recordó Narváez, nada de lo que hay hoy hubiera sido posible. De aquel germen que se plantó en 1972, el resultado sería hoy «una universidad plenamente consolidada». Según el rector, con proyección académica que va más allá del ámbito local y regional. Incluso, resaltó Narváez, con «prestigio internacional». El rector, en los últimos compases de su mandato, reivindicó a la UMA como expresión máxima «de lo público». Entendida esta acepción en el sentido de utilidad máxima si se pone en una balanza lo que aportan los contribuyentes con lo que reciben.
En tiempos en los que hablar de financiación casi siempre evidencia también estrecheces, Narváez reconoció el compromiso por parte de las instituciones conmemoradas con la medalla de oro siempre ha sido inquebrantable. Sin que esto signifique, por otra parte, que no sea mejorable. El propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, compartió con el auditorio, en tono cariñoso, que cualquier encuentro con Narváez también equivalía a sentir el aliento del rector pidiendo mejoras y más recursos.
Fue una tarde en el pabellón del Paraninfo de la UMA, en los terrenos de El Ejido, revestida de la habitual solemnidad y con toda la parafernalia a los que acostumbran estos encuentros cuando son promovidos por la universidad. Orquesta sinfónica, profesores, rectores de otras provincias, birretes, concejales y representantes de las fuerzas del orden y seguridad del Estado, entre otros asistentes.
En este ambiente, el presidente de la Junta, una vez recibida la distinción, recalcó la importancia que tiene la UMA y su impacto a todos los niveles. «La evolución de esta universidad está siendo espectacular», dijo. Por encima de todo, destacó a la institución académica como una pieza clave para «democratizar la formación universitaria» en Andalucía.
Un atributo que hizo extensible a las universidades del resto de provincias andaluzas. No faltaron algunos guiños cariñosos para Narváez en el discurso de Moreno, al mismo tiempo que se anticipó para desearle lo mejor a su sucesor. Cabe recordar que el próximo 1 de diciembre se vota un nuevo rector y se renuevan los equipos directivos al frente de la UMA.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, subió al atril para evocar en su discurso aquellos días, prácticamente en blanco y negro aún, «cuando Málaga era la única ciudad de Europa con más de 300.000 habitantes sin universidad». De la Torre se mostró muy contento con el camino recorrido por parte de la institución académica. «Los malagueños tenemos la universidad que soñamos», llegó a decir. En este sentido, quiso subrayar que el clamor en la calle, la reivindicación de la sociedad civil, fue lo que hizo posible que la capital de la Costa del Sol tuviera una universidad. «Aún recuerdo las pegatinas que había en los escaparates, en las que se pedía una universidad para la ciudad», dijo.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, resaltó la colaboración que existe entre la institución provincial y la UMA. «Ahí está el programa de primera oportunidad, con el que facilitamos la inserción laboral de los jóvenes», argumentó. Salado también que la UMA «siga formando los líderes del futuro» y aseguró que el compromiso de la Diputación con la universidad ha sido y será firme.
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