La Universidad tendrá que endeudarse en casi 25 millones para cuadrar su presupuesto

La Universidad ha solicitado a la Consejería de Hacienda autorización de endeudamiento por importe de 24,8 millones de euros, motivada por la necesidad de cubrir el incremento de los gastos por causas ajenas a la Universidad, que no viene acompañado de un incremento de financiación suficiente y al no disponer de remanentes de tesorería de libre disposición. «Esto es lo preceptivo, solicitar una autorización previa, que puede o no ser autorizada», explicó la gerente quien, no obstante, confía en que no sea necesario recurrir a los bancos pues quedan pendientes de resolver varias solicitudes de fondos y ayudas y además para primavera se espera contar con un nuevo modelo de financiación de la Junta para las universidades andaluzas «más realista y que nos podría beneficiar».

Pero a la hora de presentar un presupuesto «resulta más adecuado incluir un posible endeudamiento que unos ingresos inciertos», aclara María Jesús Morales.

En este mismo sentido, la gerente explica que la Universidad solicitó una ayuda de unos 15 millones de fondos europeos por los gastos realizados desde febrero de 2020 hasta ahora en eficiencia energética y digitalización, un dinero ya empleado y que cuando se reciba esa subvención serán ingresos extraordinarios. También se han solicitado fondos para la rehabilitación de edificios, en concreto las facultades de Ciencias y Filosofía, que se encuentran en obras. «Con estos ingresos reduciríamos el montante del préstamo, o incluso podría ser que no fuera necesario», advirtió.

Los costes de personal (capítulo I del presupuesto) han experimentado un importante incremento, alcanzando este próximo 2023 los 200 millones de euros, un 4% más que en 2022. Se trata, por una parte, de las subidas salariales previstas en los Presupuestos Generales del Estado. También se han incrementado las cuotas a la Seguridad Social, un 0,5% por el mecanismo de equidad intergeneracional que empieza a regir desde este mes de enero. También han subido las bases máximas de cotización al 8,6%.

Además, los funcionarios universitarios cuentan con la particularidad de una carrera profesional académica mediante el mecanismo de acreditaciones, lo que supone también incrementos salariales. En estos años la Universidad de Málaga ha conseguido eliminar la importante bolsa de profesores acreditados a titulares o catedráticos, lo que también explica el incremento de los gastos de personal. «Las universidades no solo no podemos bloquear ese mecanismo de promoción, sino que debemos hacer todo lo posible por favorecerlo», indicó la gerente.

Por su parte, entre los gastos corrientes el coste de la energía registra un importante incremento, más de 6 millones, elevando la factura de la luz a unos 9 millones para 2023. Este incremetno de los gastos ha obligado a la UMA a hacer ajustes en algunas partidas, entre ellas el de los vicerrectorados, los planes propios y el plan de inversiones para 2023.

En este contexto, la gerente de la Universidad de Málaga reconoce que estos presupuestos de 2023 «han sido los más difíciles de las legislaturas del rector». No obstante, María José Morales asegura que el Capítulo I (el de personal) «está garantizado». Tranquiliza en este sentido a los trabajadores, puesto que «en ningún caso peligran las nóminas», afirmó. Es más, aseguró que la Universidad cuenta con efectivo para las nóminas de varios meses, aunque no llegaran las transferencias de la Junta.

María Jesús Morales confía en que el modelo de financiación en el que trabajan universidades y consejería esté aprobado para esta primavera y contemple la suficiencia financiera, que garantice la financiación básica operativa (gastos corrientes y de personal, entre los más importantes), más una financiación estratégica en base a resultados de investigación.