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El ranking realizado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (que preside Ana Botín) ha situado a la UMA entre las cinco mejores universidades españolas para ... estudiar Enfermería. Las otras cuatro universidades destacadas a nivel nacional son Navarra, Alicante, Cantabria y Castilla-La Mancha. Destacan de Enfermería en la UMA sus resultados en docencia e investigación, el sistema de prácticas así como su elevada inserción laboral. Sus alumnos, además, presentan una elevada tasa de éxito (créditos o asignaturas aprobadas del total de las que se examinan), superior al 95 por ciento.
Este informe, de referencia para la universidad española, analiza en un reciente trabajo carreras relacionadas con la Salud, en concreto Medicina y Enfermería, y destaca que desde el curso 2019/20 hasta el 2022/23 han registrado un incremento del 54,5% en la demanda (preinscritos en primera opción en universidades públicas presenciales). En Medicina el aumento se cifra en el 73,1%, y en Enfermería en un 65,2%.
El 17,3% de los graduados universitarios del curso 2020/2121 se licenciaron en estudios vinculados a la salud y a los servicios sociales, según los datos del Informe CYD, que destaca asimismo que la presencia de las mujeres es mayoritaria en este ámbito, en el que suponen el 73%; por estudios, en Medicina son el 68,4% y en Enfermería el 82,5%.
En el grado de Enfermería, según el Informe CYD, en el curso 2022/23 había 4,6 alumnos por plaza en universidad pública presencial. Según los datos del Ministerio de Universidades, en el curso 2022/23 se incrementó la oferta en un 10%, y se ofertaron 14.156 plazas: 10.162 en las universidades públicas y 3.994 en las privadas.
En el caso de Medicina, en el curso 2022/23 había una proporción de 13,1 solicitantes por plaza ofertada por las universidades públicas presenciales de Medicina. Según las cifras del Ministerio de Universidades, en el curso 2022/23 la oferta de plazas aumentó un 3% respecto al año anterior. Se ofertaron 7.518 plazas: 5.904 en universidades públicas y 1.614 en centros privados.
Medicina es, tras Informática, el ámbito que ofrece una mayor inserción laboral para sus personas graduadas, con un 95,1%. Por su parte, las personas graduadas en Enfermería registran una tasa de inserción del 93,1%. En ambos casos se dan las mayores tasas de empleo encajado de todos los ámbitos de estudio analizados en el Informe CYD, es decir, que las tareas que se realizan en el puesto de trabajo están alineadas con el contenido de los estudios. Según Montse Álvarez, del gabinete técnico de la Fundación CYD, «las carreras mejor alineadas con el contenido de los estudios son Enfermería, Medicina, Informática y Veterinaria, donde la probabilidad de trabajar de aquello que se ha estudiado es superior al 90 por ciento».
Para determinar cuáles son las universidades mejor valoradas en titulaciones de grado en Enfermería, el estudio tiene en cuenta seis dimensiones del Ranking CYD: enseñanza y aprendizaje, investigación, transferencia de conocimiento, orientación internacional, contribución al desarrollo regional e inserción laboral), de un total de 35 indicadores aplicados tanto a universidades públicas como privadas.
Los redactores del informe destacan «el fuerte componente práctico del grado», a través de las asignaturas Practicum I, II, III, IV y V, que se reparten a lo largo de los cuatro cursos, que se realizan en salas preclínicas en las instalaciones, laboratorios y salas de simulación de la facultad.
La decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, Noelia Moreno, señala que la pandemia provocada por la Covid-19 supuso «un punto de inflexión» en la práctica de esta profesión. «Pese a haber antecedentes de otras pandemias, nadie imaginó que el reloj sociosanitario se pararía en seco por el virus del SARS-CoV-2, concentrándose la parte más crítica en las unidades de cuidados intensivos (UCIs) de los hospitales». La situación enfrentó a los profesionales a una situación de gran carga emocional, «la cual influyó sobremanera en la vivencia personal y laboral de quienes trabajan en ellas. La incertidumbre acerca de los efectos del virus hizo mella en todos los planos de la asistencia sanitaria, suponiendo cambios en la atención integral de los pacientes y en el proceder de los sanitarios». En el plano universitario, la pandemia también supuso «un impacto notorio en el proceso de enseñanza-aprendizaje, al tratarse de un ámbito eminentemente práctico y que parte del vínculo humano tradicional, persona a persona, el cual tuvo que reemplazarse por el aislamiento físico y preventivo». El sistema educativo, más precisamente las facultades que imparten titulaciones en Enfermería, «debió reinventar el escenario hospitalario y hacer de la modalidad híbrida su mejor conductor para que las formación no se viera interrumpida». Noelia Moreno considera que la clave del éxito de la titulación está en «la calidad de la docencia: nuestro Practicum es pionero en España, nuestros métodos de simulación, el contenido del grado, la formación metodológica que llevan, la formación clínica», detalla. La decana también pone en valor el escenario de las prácticas externas, que en su caso no son solo hospitalarias. «Para nosotros es muy importante la atención primaria en los centros de salud», detalla. Esto hace que «tengamos una altísima demanda, con lo cual el indicador de las notas de corte es de los primeros de España», sin olvidar la vertiente investigadora, en la que la facultad también se sitúa en los primeros puestos en los listados nacionales.
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