«El trabajo no es problema, lo difícil es elegir entre tanta oferta», dicen recién graduados

Clara Rubio Almagro, con solo 22 años, ha terminado Ingeniería en Sistemas Electrónicos. Del barrio de las Delicias, ha cursado la carrera en cuatro años y se graduó en junio del año pasado. Con el mes de verano de vacaciones, en septiembre se incorporó a la multinacional Indra en Madrid. La carrera no le resultó excesivamente complicada, aunque «sí que tienes que estudiar a diario». Dice que «desde siempre» le habían gustado las matemáticas y la electrónica y que consultó el plan de estudios y las asignaturas para elegir la carrera. Desde su experiencia, señala que son unos estudios exigentes, pero que el esfuerzo merece la pena: «Te permite trabajar en lo que quieras. No paran de llegar ofertas de trabajo, en cuanto se gradúa un ingeniero y sube su currículum a Linkedln (una red social para profesionales) ya se lo están rifando las empresas».

Juanjo Navarrete Gálvez, de 30 años, es también graduado en Sistemas Electrónica. Pero la suya es una historia menos convencional. Llegó a Telecomunicación después de graduarse en Enfermería y cuando llevaba dos años y medio trabajando en Inglaterra. «Estudié Enfermería, pero tenía clavada una espinita, siempre me había gustado mucho la electrónica. Así que después de estar trabajando de enfermero volví a Málaga y me matriculé». Después de años sin tocar Matemáticas y otras asignaturas de Ciencias, la carrera le ha costado algo más, en concreto cinco años. «Sabía que me iba a costar, pero esta es mi auténtica vocación», afirma. A los seis meses de terminar encontró trabajo en Quandum Aerospace, una empresa del PTA. Afirma que su sueldo es «mejor de lo que esperaba» y se siente «contento y valorado». De la carrera, Juanjo afirma que es «un reto. No diría que sea difícil, pero se trata de comprender. Tienes que saber enfrentarte a la frustración, pero cuando consigues superar un problema, es una alegría. Es una carrera que te permite ser creativo y evolucionar», afirma. Sobre la nota de acceso, cree que es intrascendente: «hay quien entra perdido y no se ubica. Pero hay otros compañeros que han sabido encontrar su sitio, que consiguen ser auténticos genios», recuerda.

Otra recién graduada, Alba Carmona Vez, ha preferido seguir formándose antes de entrar en el mercado laboral. Nació en Suiza, pero desde los 10 años vive en Málaga. Comenzó a estudiar Física, en Suiza, pero no le gustó y volvió a Málaga para estudiar Ingeniería Telemática. «Buscaba algo más aplicado», afirma. Y lo encontró en esta carrera de la Universidad de Málaga. Tiene 24 años y dice que la clave para terminar en los cuatro años es «motivación, trabajo y sacrificio». Está cursando en la Politécnica de Barcelona el máster habilitante, de dos años, porque allí lo ha visto «más flexible y en inglés», y por cambiar de ciudad. Aún así, en su perfil de Linkedln no dejan de llegarle ofertas. «Tengo que rechazarlas, porque el máster es tan exigente o más que la carrera», asegura. Cuando termine le gustaría dedicarse al sector de las comunicaciones móviles 5G o 6G o las comunicaciones por satélite. Le queda un año para completar su perfil profesional con la seguridad de que tendrá opciones para elegir dónde trabajar sin ningún problema.