Los universitarios estudian para los exámenes, que tendrán lugar a comienzos de septiembre. SALVADOR SALAS

La resaca posferia se deja sentir en la Universidad de Málaga

Las bibliotecas retomaban ayer su horario habitual tras las vacaciones de verano, pero no su número de estudiantes, que ya preparan los exámenes de septiembre

ANABEL NIÑO

Martes, 23 de agosto 2022, 00:23

Los universitarios han cambiado el Cartojal y las casetas del real por los apuntes y las bibliotecas de la Universidad de Málaga. Desde primera hora ... de la mañana de ayer los jóvenes –algunos aún con pequeños resquicios de resaca y cara de haber dormido poco en los últimos días– comenzaban a llenar paulatinamente las mesas de las instalaciones universitarias que, tras las vacaciones de verano, volvían a abrir sus puertas, como era el caso de la Biblioteca General. A algunos estudiantes no les ha sentado nada bien la vuelta a la rutina y se les pegaron las sábanas, como le ha ocurrido a Enrique Collado: «Hoy es verdad que he llegado algo más tarde porque estoy todavía muerto de la feria y aún tengo que recuperarme. Ahora me toca morir estudiando, pero hay que intentar salvar las cinco asignaturas que me han quedado. Mi plan de estudio es llegar todos los días a las once de la mañana e irme sobre las siete u ocho de la tarde», comentaba este estudiante de primer curso de Administración y Dirección de Empresas + Economía.

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Y es que los exámenes de recuperación darán comienzo a principios del próximo mes –una convocatoria ordinaria que desaparecerá a partir del curso 2023/24–, por lo que muchos alumnos contarán apenas con dos semanas de intenso estudio para intentar almacenar en su memoria todo aquello que no han estudiado durante el verano. «Yo he intentado estudiar algunos días sueltos durante las vacaciones, pero no han servido para nada», explicaba Marta Hermana, estudiante de primer curso de Ingeniería de Organización Industrial, durante un pequeño descanso en el exterior de la General.

Dura vuelta a la rutina

A su lado y con un café a medio acabar estaba su amigo Ignacio Ortiz, que se encuentra cursando el grado de Ingeniería Informática y cuyas vacaciones se han hecho demasiado cortas: «He tenido un calendario de exámenes muy raro y he estado estudiando hasta el 20 de julio. Solo he disfrutado de un mes de vacaciones, lo he aprovechado y no he estudiado durante ese tiempo», afirmaba tajante. En lo que sí coincidían ambos es que están «un poquito oxidados» en lo que se refiere a hincar los codos: «Hemos llegado a las nueve de la mañana. Aún no sabemos cómo nos vamos a organizar estas semanas de estudio. Estamos asimilando que tenemos que estudiar y ya después nos plantearemos el cómo, porque de verdad que se nos ha olvidado cómo se estudia», detallaban entre risas.

No han sido los únicos a los que se les ha evaporado por completo toda esa información que retenían del curso anterior entre baile y baile, días de playa, piscina y quedadas con amigos. Esa resaca emocional, unida a las altas temperaturas que no ayudan a concentrarse, han ocasionado que para los estudiantes ese regreso a la normalidad universitaria les haya afectado de manera negativa. María Sánchez y Azucena García, que el próximo mes iniciarán su segundo curso en Terapia Ocupacional, llegaron juntas al campus de Teatinos a las 10.30 para estudiar y darse «apoyo emocional mutuamente», pero dos horas más tarde todavía no habían abierto ni un solo apunte: «Hemos ido a la Facultad de Telecomunicaciones pero nos hemos venido a la Biblioteca General porque hacía mucho calor dentro y prácticamente no se podía estudiar allí. Hemos puesto las cosas en las mesas y nos hemos salido un rato porque teníamos hambre. Ha sido un poco una excusa tras otra, no vamos a mentir», explicó Sánchez.

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Reservas de sitios

Las dos han tenido suerte de conseguir una mesa libre para poder estudiar, ya que la afluencia de estudiantes durante este primer día no ha sido muy elevada, como sí ocurre durante los meses de febrero o junio. La Universidad de Málaga sigue manteniendo activo el sistema de reserva de puestos 'Affluences', una plataforma que comenzó a utilizarse en noviembre del pasado año y que aporta información sobre las vacantes disponibles en cada una de las bibliotecas de la institución y la reserva de puestos en las mismas exclusivamente para estudiantes de la UMA. «Es cierto que la biblioteca hoy no está llena, hay unas tres o cuatro personas por mesa. El primer día te cuesta madrugar, entonces estamos un poco en la adaptación posferia. La semana que viene seguro que habrá más personas», aclaró Lucía Gaviño, estudiante de 4.º curso de Marketing e Investigación de Mercados.

Debate abierto

Ante la inminente desaparición de los exámenes de septiembre, se abre ahora un debate entre los estudiantes, quienes sopesan las ventajas e inconvenientes de celebrar esta convocatoria ordinaria antes o después del verano. La tónica general de los universitarios es que tengan lugar en el mes de julio, de esta forma podrían disfrutar de un verano «más corto», pero con unas vacaciones libres de «culpabilidad» por no estudiar.

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