El rector, en la apertura del curso académico este jueves Migue Fernández

El rector de la UMA en la apertura del curso: «No podemos permitir que estudiantes y docentes dejen de venir por el problema de la vivienda»

Teodomiro López aprovecha el inicio del curso académico para lamentar el «problema» de las infraestructuras y la situación financiera de la UMA

Jueves, 26 de septiembre 2024, 19:13

La apertura del curso académico de cualquier universidad -y la UMA no es una excepción- es un acto que tiene mucho de liturgia y de reivindicación de la vida universitaria. Sin embargo, las palabras que iba a pronunciar este jueves el rector de la Universidad ... de Málaga tenían más relevancia que en otras ocasiones. Primero, porque era su primera apertura de curso como rector; pero segundo -y más importante- porque llegaba tras unos meses convulsos con la crisis financiera de la UMA de fondo. A pesar de ello, López ha conseguido introducir en su discurso uno de los asuntos que más preocupas a los malagueños en los últimos meses: la vivienda.

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El rector, de hecho, ha dejado su reflexión para la parte central de su discurso. «No debo eludir hacer referencia al problema gravísimo del alojamiento. No podemos permitir, y me dirijo también ahora a las autoridades y representantes políticos presentes, que ninguna persona que quiera venir a estudiar, a investigar o a impartir docencia, no pueda hacerlo por el problema del alojamiento». Con esta declaración, el máximo dirigente de la UMA abre también un nuevo frente de debate sobre todo lo relacionado con la vivienda en la ciudad, aunque en su caso planteando alguna ruta a seguir.

A su juicio, es tarea de todas las instituciones -y también de la empresas- buscar «fórmulas de colaboración» para encontrar soluciones a este problema. «Por nuestra parte, a través de los vicerrectorados de Acción Social y de Infraestructuras, se realiza un enorme esfuerzo en diferentes iniciativas: compartir piso con personas mayores, acuerdos con residencias, y orientación al estudiantado», enumeró. Sin embargo, para el rector la «mejor de las noticias» es la próxima construcción de la nueva residencia universitaria que, gracias a la colaboración público-privada, «ofrecerá más de 800 plazas de alojamiento para estudiantes y profesorado».

López, que estuvo precedido por una conferencia magistral impartida por el catedrático Eugenio Carmona con el título de ''Picasso y las poéticas de la Négritude', no obvió tampoco las referencias al resto de vicisitudes que afectan a la Universidad de Málaga. Así, reconoció un problema «muy grave» en el terreno de las infraestructuras, e interpeló directamente al secretario general de Universidades de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, Ramón Herrera, que estuvo presente en el acto. «Le reconozco que acometer lo que supone la construcción de nuevos centros, por necesarios que sean, sin tener la certeza de contar con la liquidez presupuestaria a lo largo de la duración del proyecto es, sin duda, una decisión temeraria».

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Aun así, sostuvo que tiene menos sentido todavía que no sean capaces de encontrar una vía de financiación para finalizar la construcción de la Facultad de Turismo, cuya obra civil está acabada en más de un 90 por ciento. «Algunos centros, como mi Facultad de Ciencias o la Facultad de Filosofía y Letras, después de casi 40 años, están terriblemente deteriorados. No podemos investigar o mejorar la docencia sin nuevos laboratorios, nuestros propios proyectos estratégicos requieren de inversiones para hacerlos realidad», lamentó el rector.

Sobre esto último, celebró el «esfuerzo y la sensibilidad» del Gobierno de la Junta de Andalucía para poner en marcha un plan para la utilización de remanentes no afectados de las universidades para realizar inversiones, pero con un recordatorio muy relevante. «En el caso de la Universidad de Málaga no disponemos de remanentes para emprender ningún tipo de actuación. Pedimos la colaboración expresa y comprensiva de las instituciones y de nuestro entorno, no tanto demandando créditos financieros directos sino para acompañarnos, y para ayudarnos a planificar sosteniblemente y llegar a esas fuentes de financiación externa que posibiliten el quehacer cotidiano sin hipotecar o menoscabar las posibilidades de futuro de nuestra universidad», recalcó. A su juicio, la Universidad de Málaga ha sido siempre una universidad «solidaria», que ha arrimado el hombro cuando era necesaria, y puso como ejemplo los tiempos de la pandemia o con el sistema universitario andaluz cuando alguna de sus universidades lo ha requerido. «Esta universidad cree de forma decidida que la cooperación y la unidad es la mayor de nuestras fortalezas», insistió.

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Situación financiera

El otro gran asunto -o quizá el más importante- que afecta a la UMA es el de su situación económica, a la también hizo referencia su máximo responsable. Teodomiro López defendió que muchas de las acciones e iniciativas que han puesto en marcha durante estos cerca de nueve meses se han desarrollado gracias al «esfuerzo y al sacrificio» de la comunidad universitaria. «En este tiempo, este equipo de dirección, junto con los decanatos, las direcciones de centros y de departamentos, ha sido capaz de poner en marcha un ambicioso plan de ajuste de más de 15 millones de euros, sin dejar de hacer cosas, aunque es lógico que en el camino hubo que recortar el coste de muchas actividades y buscar apoyos externos en otras».

Hablando sobre esta cuestión, Teodomiro López lo relacionó con la situación general en España, y dijo estar seguro de que el presidente del gobierno andaluz, Juanma Moreno «sintió el apoyo unánime de sus rectores» en su reivindicación de un sistema de financiación «justo y equitativo» para Andalucía, que corrija «asimetrías históricas como la que existe con Cataluña». Pero también, matizó, era necesario pensar que el modelo de financiación es todavía «insuficiente», y que éste puede ser el «mejor instrumento» para la garantía de la suficiencia financiera del sistema universitario público.

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Por último, el rector habló de la llegada de las universidades privadas, a las que no criticó pero sí reivindicó las diferencias entre ambas, y también las exigencias que se le imponen a cada una de ellas. «A mí me toca, y lo hago con absoluta convicción y firmeza, la defensa de la universidad pública como la única institución que garantiza el acceso a la formación universitaria, independientemente del estrato o de la condición social, constituyéndose en instrumento de progreso, de mejora social y de igualdad de oportunidades», sostuvo.

López dejó claro que ojalá nunca volvamos a sufrir ninguna pandemia, pero que en caso de que así fuera, sería una «excelente noticia» que, en esas terribles circunstancias, no solo sea capaz una universidad pública de poner en pocas semanas un respirador al servicio de la sociedad y de los enfermos. «Sería, sin duda, una gran noticia que hubiese otras universidades privadas que, entre sus fines, también estuviesen la investigación, la transferencia y la innovación social», afirmó con cierto sarcasmo.

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