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El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, ha dibujado un panorama pesimista sobre el futuro de la UMA en su despedida del claustro, el máximo órgano de gobierno de la UMA reunido hoy en el Paraninfo. Los problemas de financiación y los ... cambios que va a provocar la entrada en vigor de la nueva Ley de Ordenación del Sistema Universitario le hacen ser poco optimista ante un panorama que se irá complicando en los próximos meses.
Problemas de financiación que se reflejan en las dificultades para seguir adelante con los proyectos de inversiones en infraestructuras, según ha señalado, o los incrementos salariales aprobados por el Gobierno que ha tenido que asumir la propia Universidad ya que la Junta aún no ha comprometido ese incremento en el gasto de personal.
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En su respuesta a los grupos claustrales, el rector ha lamentado no haber podido cumplir todo su programa. Pero ha asegurado que tras estos años de mandato la UMA «está mejor de lo que estábamos, aunque no todo lo que hubiera querido».
Narváez ha señalado que la aprobación de la LOSU obliga a las universidades a modificar sus estatutos, lo que genera una gran incertidumbre. La ley obliga a que estos nuevos estatutos estén aprobados en dos años, pero la Junta de Andalucía ha advertido a las universidades que no hagan modificaciones hasta que no esté aprobada la nueva ley andaluza de universidad. Como la ley andaluza puede tardar entre año y año y medio, las universidades contarán con poco tiempo para modificar sus estatutos y adaptarlos a la nueva ley.
Por otra parte, la convocatoria electoral ha comprometido el desarrollo normativo de la LOSU, una ley con la que se ha mostrado en desacuerdo porque «genera dispersión y crea 17 modelos universitarios diferentes».
En su informe ante el claustro, el rector también se ha referido a la obligatoriedad del pago de la Seguridad Social a los alumnos con prácticas curriculares. Ha señalado que genera problemas de gestión para dar de alta y baja a todos estos alumnos y, sobre todo, económicos. «El Gobierno y la Junta ya han adelantado que no tienen intención de asumir ese gasto, por lo que una vez más nos tocará a las universidades hacer frente a ese pago», ha lamentado. Además, la universidad tendrá que renovar unos 400 convenios de colaboración para la realización de estas prácticas, con la consiguiente carga de trabajo administrativo.
Casi el 60% de las prácticas curriculares corresponden a alumnos del área de Salud y Ciencias de la Educación.
El claustro ha dado el visto bueno a los que serán nuevos miembros de este órgano, al que se incorporarán en los próximos meses en sendas ceremonias protocolarias. La directora de la Escuela de Doctorado, Magdalena Martín, ha sido la encargada de detallar algunos de los muchos méritos que les acreditan. De Bernardo Quintero, formado en la UMA, ha destacado no solo su formación, sino su capacidad para emprender e innovar con su empresa Virus Total, que fue vendida a Google en una operación que supuso el germen de la Málaga tecnológica, con la próxima apertura de oficinas del gigante tecnológico en la capital.
Tras conocer su nombamiento como doctor honoris causa, Quintero ha afirmado sentirse «abrumado y honrado por este reconocimiento, que en realidad pertenece a toda la comunidad tecnológica y a la ciudad de Málaga. Es sin duda un incentivo más para seguir aprendiendo, emprendiendo e innovando junto a la Universidad de Málaga».
De Jorge Martínez y Rafael Repullo ha expuesto su vinculación con la UMA. El primero, experto en economía pública, está relacionado desde hace dos décadas con el Departamento de Hacienda Pública, mientras que Repullo, que fue director del Centro de Estudios Monetarios y Financieros, ha dirigido 17 tesis doctorales en la facultad malagueña.
La propuesta conjunta de nombrar honoris causa a Miguel Herrero de Miñón y Miquel Roca Junyent llega a la Universidad de Málaga avalada por el Área de Derecho Constitucional del Departamento de Estado y Sociología. Sus méritos en el mundo de la judicatura y de la política, así como su labor negociadora y de consenso en los primeros años de la democracia y su decisivo papel en la redacción de la Constitución de 1978 han sido resaltados en la sesión de hoy por la directora de la Escuela de Doctoral.
El vicerrector de Innovación Social, Rafael Ventura, ha detallado el informe de empleo correspondiente al curso 2017/18. Se han realizado consultas a 6.507 alumnos mediante encuestas telefónicas. Según áreas de conocimiento, el 88% de los titulados en Arquitectura e Ingeniería tienen empleo. En el caso de Ciencias de la Salud alcanza el 80%. En Ciencias representa el 64 % y en Artes y Humanidades el 67%. En cuanto a Ciencias Sociales y Jurídicas, el 76%de los egresados estaban trabajando a los tres años de terminar sus estudios.
Los estudiantes de doctorado son los que antes encuentran empleo, una media de 5 meses. En el caso de los estudios de grado, la media es de nueve meses.
En cuanto al salario medio, es de 1.420 euros mensuales para los graduados, 1.564 en el caso del máster y 2.153 para los doctorados. Por ramas de estudio, los salarios más altos se dan en Arquitectura e Ingeniería, 1.780 euros. Los más bajos en Arte y Humanidad, 1.189 euros. Un 6,6% de los estudiantes se encontraban trabajando en el extranjero. Este porcentaje llega al 8,8% en el caso de los estudiantes de Arquitectura e Ingeniería.
Sobre las prácticas, el vicerrector ha destacado que casi el 50% de las prácticas llevan a un contrato de trabajo. La oficina de colocación de la.Uma ha gestionado este pasado curso 715 ofertas de empleo, cuando en el curso anterior fueron 653.
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