El rector anuncia una negociación «decidida» con la Junta para sanear las cuentas de la UMA

En el primer claustro (el órgano de máxima representación de la UMA) celebrado en el último año, y coincidiendo con los seis meses de toma de posesión del rector, Teo López hizo un balance de las actuaciones de sus diferentes vicerrectores. También se presentaron los informes del Defensor Universitario y de la Inspección de Servicios.

La situación económica centró parte de la intervención del rector así como de los diferentes grupos claustrales que tomaron la palabra al finalizar la sesión, que se celebró en la Escuela de Ingenierías Industriales. Teo López se refirió al informe de auditoría presentado en el Consejo de Gobierno del pasado 27 de junio. Este estudio, independiente, arroja un déficit presupuestario de 26,9 millones de euros, y un remanente de tesorería no afectada negativo de otros 27,2 millones. Además, la UMA acumula una deuda con las constructoras de la nueva Facultad de Turismo, de la ampliación de Filosofía y Letras así como del bulevar que asciende a 36 millones de euros.

Ante esta situación económica, la Universidad se enfrenta a un plan de saneamiento. El rector anunció que esta próxima semana tendrá, junto con la gerente, una reunión con los responsables de las dos consejerías implicadas, Universidad (José Carlos Gómez Villamandos) y Economía (Carolina España) que «nos pondrán sobre la mesa un plan de ajuste y estabilización».

Según detalló el rector, este déficit se debe a una infrafinanciación de la Universidad de Málaga por parte de la Junta de Andalucía, que no cubre los gastos de capítulo I (personal) y II (los gastos generales de funcionamiento). Tras la aprobación de la liquidación del presupuesto de 2023 en Consejo de Gobierno el pasado 27 de junio, un día después fue aprobada por el Consejo Social y enviada a la Cámara de Cuentas y a la Junta de Andalucía.

Teo López anunció ante el claustro que realizará una «negociación decidida» para lograr la sostenibilidad presupuestaria de la UMA. «Sin duda, pasamos por un importante bache económico, que vamos a solucionar más pronto que tarde y no va a mermar la excelencia de la Universidad de Málaga». El rector ha pedido a los representantes de la comunidad universitaria «no instalarnos en la melancolía; melancolía, la justa», dijo.

En el turno de intervenciones de los grupos claustrales, por el sindicato SITUMA, el profesor José Ignacio Peláez, catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos, le reclamó «transparencia» y que se encargue una auditoría «para saber lo que se ha hecho bien, o no tan bien». En su respuesta, el rector aseguró que una auditoría «es un tema muy delicado», que la situación económica «es esencialmente conocida, porque lo ha trabajado muy seriamente la gerente» y porque no le parece correcto realizar una auditoría a un equipo anterior, «no porque yo formara parte del mismo, sino porque los problemas están relacionados con la financiación, no hay nada que se pueda determinar como irregular y, puesto que estoy convencido de ello, no se va a hacer esa auditoría», zanjó el rector, que se comprometió a ofrecer a la comunidad universitaria la información más detallada posible sobre la situación económica.