Estudiantes con diversidad funcional piden mejoras en el acceso a la nueva Facultad de Psicología

Remedios Villodres, Francisco Zambrana y Marina Toro son estudiantes del máster y del grado de Psicología con diferentes tipos de discapacidad. Visitaron hace unas semanas el nuevo edificio, construido en la ampliación del campus de Teatinos y al que está previsto que se trasladen durante este verano para comenzar el próximo curso ya en la nueva facultad.

Pero estos alumnos, estudiantes de distintos cursos del grado de Psicología y del máster de Psicología general sanitaria, han encontrado algunas dificultades para su correcta movilidad por el edificio. Por una parte, señalan que la entrada peatonal está bastante alejada de la parada del metro, por lo que tienen que rodear casi todo el edificio, desde la zona de aparcamientos hasta una de las esquinas del lado sur, para poder acceder al centro. Por esto han propuesto una especie de pasarela desde la calle hasta la primera planta del edificio, que les permita llegar directamente a las aulas.

Indicaron también que para llegar a las puertas de entrada hay un suelo adoquinado, lo que les dificulta desplazarse con la silla de ruedas. «La irregularidad del terreno provoca que nos resbalemos de la silla e incluso espasmos musculares en las piernas», indicó Francisco Zambrana, médico valorador del daño corporal (perito médico en los juzgados de Málaga), que se licenció en la UMA y ahora estudia primero de Psicología.

Remedios Villodres, con discapacidad visual, se refirió por su parte a que las puertas y el alicatado de los baños son de color negro, lo que le dificulta orientarse en el interior. Marina Toro, estudiante de tercero de Psicología, indicó que los pasillos secundarios son estrechos y les impiden girar la silla de ruedas. Además, este grupo de alumnos con diversidad funcional creen necesaria una rampa de evacuación desde la primera planta, donde están las clases, a la planta baja, como ya existe en la antigua facultad.

La vicerrectora de Smart-Campus, Raquel Barco, aseguró por su parte que el nuevo edificio de Psicología es «cien por cien accesible, como no podía ser de otra manera», y que la construcción se ha ajustado a la normativa legal. «Cumple toda la normativa y el código técnico de la edificación. El edificio cumple la normativa cien por cien, es impensable que hagamos un edificio que no se ajuste a la normativa en cuestiones de accesibilidad», apuntó.

Con respecto al acceso, aclaró que lo que propone este grupo de alumnos, una rampa desde la calle, es totalmente inviable, pues las paredes son muros portantes en los que no se puede actuar. Para todos los estudiantes el acceso es por la entrada sur, en la que hay unas escalinatas pero que en uno de los extremos se rebaja a cota cero para facilitar el acceso sin obstáculos a personas con dificultades de movilidad, aclaró la vicerrectora. «Estén donde estén, el edificio es totalmente accesible», aseguró Raquel Barco. Sobre otra de sus quejas, que los patios tienen piedras pequeñas que les impiden circular con silla de ruedas, la vicerrectora aclaró que los patios «para todos los alumnos» son intransitables.

Sobre la licencia de primera ocupación, pendiente de la instalación de una campana extractora en las cocinas, la vicerrectora adelantó que ya se está realizando la instalación, por lo que confía en que el traslado se puedan realizar en breve para comenzar el próximo curso en el nuevo edificio.