El rector hace balance de su gestión y apunta su candidatura para un segundo mandato

El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, aprovechó el acto de apertura solemne del nuevo curso académico para realizar balance de lo que han sido sus primeros cuatro años al frente de la UMA. En un discurso que sonó por momentos al arranque de la campaña electoral, Narváez apuntó su posible candidatura a un segundo mandato. Y en el tono reivindicativo que utilizó en anteriores discursos, reclamó a la Junta una apuesta «firme y clara» por la universidad pública andaluza. Lo hizo minutos después de la intervención de la secretaria general de Universidades, Investigación y Tecnología, Rosa María Ríos Sánchez, que ocupó ayer el puesto destinado tradicionalmente al consejero.

La directora general habló de algunos de los temas más urgentes para el gobierno andaluz, como el nuevo modelo de financiación universitaria, la revisión del mapa de titulaciones o la reforma de la Ley Andaluza de Universidades. Y ofreció todo el apoyo y lealtad institucional desde la Junta de Andalucía. La lección inaugural del curso estuvo a cargo de José Antonio González Correa, catedrático de Farmacología de la UMA.

El discurso del rector estuvo marcado por las próximas elecciones a rector. Terminan los cuatro años de mandato, y ante la próxima convocatoria electoral aprovechó el acto para realizar un primer balance de la legislatura que acaba. «Hace casi cuatro años me dirigía a la comunidad universitaria y a la sociedad malagueña, como rector electo, diciéndoles que sentía la emoción del que empieza un proyecto ilusionante, la responsabilidad del que entiende la política como un servicio público a los ciudadanos y la alegría de quien había cumplido un sueño: estudiar, enseñar, investigar y, a partir de ese momento, dirigir el gobierno de la Universidad de Málaga».

A punto de cumplir sus cuatro años como rector (ganó las elecciones en segunda vuelta en diciembre de 2015 y fue nombrado rector en enero de 2016), quiso «rendir cuentas» en este solemne acto académico, «con la humildad de quien ha trabajado con responsabilidad y con ahínco por cumplir sus compromisos, y con la perspectiva de lo mucho que queda por hacer». Y es esta precisión sobre lo que queda por hacer la que hace presumir que será candidato a las próximas elecciones, que se celebrarán entre diciembre y enero. Desde su círculo de colaboradores no se duda en la candidatura a este segundo mandato, pues aclaran que se presentó a las elecciones con un programa para ejecutar en ocho años.

Y en lo que fue su primer balance de legislatura, el rector destacó como principal logro de su mandato la aprobación de los nuevos estatutos de la Universidad de Málaga, «un modelo ejemplar de acuerdo entre distintas sensibilidades, que sitúan a nuestra normativa básica en la vanguardia de las normas de buen gobierno, que garantiza una mejor organización, una mayor exigencia y una importante mejora en la transparencia y la eficiencia de esta institución». Señaló además que «hemos trabajado por las mujeres y hombres que se dedican a la docencia y a la investigación, a la gestión y al estudio. Creo que si hoy la Universidad de Málaga es mejor es precisamente por todos ellos, por los hombres y mujeres que con su dedicación y su esfuerzo han mostrado su compromiso con la educación pública superior».

Y en un tono autocrítico, reconoció haber cometido errores, y no haber podido satisfacer todas las expectativas creadas en torno a su proyecto, pero al mismo tiempo aseguró haber trabajado «con intensidad, al servicio de la comunidad universitaria y de la sociedad, que hemos intentado buscar siempre el interés general y que hemos querido construir una universidad de todos y para todos, en la que el principal objetivo ha sido formar ciudadanas y ciudadanos libres, con espíritu crítico, con capacidad y talento, pero también con valores y con un acusado sentido ético de lo público. No existe ningún gobierno perfecto, pero hemos aspirado a ser un gobierno útil, eficaz y honesto».

Como en años anteriores, el acto de apertura oficial de curso sirve para que colectivos universitarios expongan sus reivindicaciones. En esta ocasión, docentes laborales se manifestaron contra la precariedad y para exigir la equiparación salarial en las universidades públicas. Explicaron que los investigadores predoctorales tienen mejor sueldo que los que tienen ya su tesis. Esto se debe a que el Estatuto de Personal Investigador en Formación, que afecta a nivel nacional, tiene unos niveles retributivos superiores que los que contempla el plan propio de investigación de la UMA para los contratados posdoctorales. Estas diferencias de salario pueden ir de 300 a 600 euros. Al mismo tiempo, han convocado una huelga el próximo jueves día 3, coincidiendo con el juicio que celebra el TSJA por el acuerdo de mesa general de universidades en el que se acordó la discriminación en los complementos salariales por docencia e investigación y en la promoción interna a personal laboral indefinido.