El ministro Castells recomienda a los rectores que den prioridad a los exámenes en línea

Francisco Gutiérrez

Miércoles, 27 de enero 2021, 19:50

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El ministro de Universidades, Manuel Castells, ha intervenido en la polémica que mantienen los estudiantes y los equipos rectorales en relación a los exámenes finales de este cuatrimestre, que o bien han comenzado o están muy próximos para la mayoría de los alumnos. Los estudiantes están presionando para que las pruebas finales de evaluación no sean presenciales, por temor a posibles contagios en plena escalada de la pandemia en esta tercera ola.

El ministro Castells ha emitido un comunicado en el que indica que desde el principio de la pandemia la preocupación de su ministerio ha sido coordinar, con el de Sanidad, los protocolos sanitarios en la enseñanza y en los exámenes, «dando prioridad a la salud». Muestra también su «profunda preocupación» por el peligro para la salud de estudiantes y docentes, por lo que «instamos a las autoridades académicas a que den prioridad a la salud de toda la comunidad, procediendo a la enseñanza y exámenes 'online' siempre que no haya garantías sanitarias según el juicio de las autoridades sanitarias». Es más, apunta el ministro que los exámenes en línea tienen más sentido cuando en junio la mayoría se hicieron 'online' «sin que hubiera problemas sensibles de calidad académica, según las agencias de evaluación».

Manuel Castells recuerda que el gobierno transfirió a las Comunidades Autónomas 400 millones de euros del fondo Covid-19 para que las universidades pudieran adaptarse a la enseñanza digital. Es decir, «las universidades están preparadas para la enseñanza 'online' y, si no lo hacen, deben explicar por qué», advierte el ministro.

«Invito a los rectores, decanos, profesores, personal de administración y estudiantes a que consensúen en cada facultad cómo realizar la enseñanza y los exámenes, teniendo en cuenta el recrudecimiento actual de la pandemia», dice el ministro, que termina rogando a los decanos de las facultades de todo el Estado que «sean sensibles a la preocupación de los estudiantes y de sus familias».