Medicina es, año tras año, la carrera más solicitada por los jóvenes que superan la selectividad. Para muchos de los que se examinen a partir de este martes será su objeto de deseo. Una vocación que no entiende de 'numerus clausus', pero que se topa ... con la cruda realidad de la limitación de plazas.
Publicidad
Para el actual curso académico a punto de acabar, con una oferta de plazas de nuevo ingreso de 160, fue la primera opción para 1.056 de los estudiantes. Un déficit de oferta que las universidades, tras un acuerdo con los ministerios de Sanidad y Universidades, tratan de reducir con un incremento de plazas para este próximo curso: en la UMA se pasará de 160 a 182 puestos de nuevo ingreso. En el conjunto de las universidades públicas andaluzas se incorporarán un centenar de alumnos más, hasta 1.222, para hacer frente a la demanda de profesionales.
Noticia Relacionada
Francisco Gutiérrez
Los jóvenes que no consigan plaza, la gran mayoría de los que la escojan como primera opción, tienen diferentes opciones: matricularse en otra carrera, volver a presentarse a la selectividad para intentar subir su nota, solicitar plaza en otras universidades andaluzas o españolas e incluso irse a estudiar a una universidad europea o bien realizar un grado Superior de FP para intentar lograr plaza con la nota del ciclo.
Enfermería, Fisioterapia y Psicología son algunas de las carreras en las que hay más jóvenes que querían estudiar Medicina. Es el caso de Cristina Lermos Sanz-Daza, Cristina López Mannion, Ana Morente Casanova y Alberto Marfil del Puerto, los cuatro en primero de Enfermería. Tras la primera sensación de frustración por no alcanzar la nota necesaria, y casi terminando su primer año en el grado de Enfermería, los cuatro se muestran «encantados» de su decisión y aseguran que no intentarán cambiar de carrera.
Publicidad
Cristina Lermos tiene 20 años. Estudió en el IES Litoral y como no consiguió nota suficiente se decidió a probar con un ciclo Superior. Estudió Dietética, per aun así no alcanzó la nota suficiente. No se muestra arrepentida de haber escogido Enfermería, una carrera que, asegura, «cada día me está gustando más».
Cristina López, de 18 años, estudió el Bachillerato de Salud en el IES Huelin. Hasta el último momento no se decidió por Medicina, aunque su segunda opción fue Enfermería. Con el 13,26 de selectividad no entró en la primera, pero sí en Enfermería, una carrera que, asegura, le está gustando «más de lo que esperaba. Lo que más me llama la atención es ese trato tan directo con el paciente, creo que en el futuro me irá mejor como enfermera que como médico».
Publicidad
En el caso de Ana Morente, de 19 años y que también estudió en el IES Huelin. Hasta primero de Bachillerato no tuvo claro que quería hacer Medicina. Como sus compañeros, señaló como segunda opción Enfermería, carrera en la que sí consiguió plaza. «Ya me quedo en Enfermería –asegura la joven-, lo mismo cuando termine intento estudiar Medicina y hay muchos años por delante, así que no lo descarto, pero después de terminar Enfermería».
Algunos estudiantes utilizan la vía de un ciclo Superior de FP para mejorar su nota de selectividad. Para los que llegan a la PEvAU por la vía de FP, su título de técnico les otorga acceso a la Universidad de manera indefinida. Y la nota de admisión (la que determina conseguir plaza en la carrera y centro deseado) se calcula con la nota media de su ciclo formativo más la nota obtenida en dos asignaturas de la fase de admisión, multiplicadas por sus respectivos parámetros de ponderación. Así, un alumno que tenga un 10 de media en sus estudios de FP y obtenga también la máxima nota en estas dos asignaturas de la fase de admisión (por ejemplo, Biología y Químicas las más comunes en estos casos, pues multiplican por 0,2) puede alcanzar un 14 de nota de admisión a la universidad y asegurarse así una plaza. Es lo que intentó, sin éxito, Cristina Lermos pero que, en cambio, sí han conseguido Susana Maspons Martín y Adan Pérez Ramos, que están en primer curso de Medicina después de estudiar un grado Superior (en Dietética ambos) para acceder desde la FP a la Universidad. Con un 10 en su ciclo, se presentaron a dos asignaturas, en las que también consiguieron la nota más alta, de manera que su nota de admisión llegó al máximo, un 14. Susana, malagueña de 28 años, no alcanzó la nota para estudiar Medicina y optó por el grado Superior en Dietética. No pudo hacerlo en un centro público, por lo que trabajó para poder ahorrar dinero con el que pagar los estudios en MEDAC, donde terminó el ciclo con excelentes notas. En selectividad se examinó de Biología y Química, también con un 10 en cada una. Conseguido su objetivo, una plaza en la Facultad de Medicina de la UMA, asegura que le va bien, pero que «es difícil», muy diferente al Bachillerato o el ciclo formativo. El caso de Adan Pérez es parecido. Tiene 24 años y estudió también el ciclo Superior en Dietética, en su caso en el instituto de Arroyo de la Miel, después de intentarlo con Bioquímica. «No me gustó la carrera, así que me pasé al ciclo como pasarela a Medicina», explica. En clase, aseguran, hay más compañeros que han pasado por un ciclo de FP, incluso que han estudiado otra carrera o bien lo han intentado por el cupo para mayores de 25 años.
En el colegio El Limonar estudió el Bachillerato de Salud Alberto Marfil. Como no tenía claro qué quería estudiar «fui a por la máxima nota en Bachillerato». Su nota de selectividad, 13,329, se quedó muy cerca de la nota de corte (13,340). Como sus compañeras, no intentó matricularse en otras universidades españolas, donde habría podido entrar sin problema. Ahora está encantado de la decisión que ha tomado.
Publicidad
Ana apunta que Enfermería «es una carrera un tanto desconocida», opinión que suscita el consenso del grupo. «No es solo cuestión de pinchar poner vendajes, hay un trato muy cercano con el paciente, más de lo que lo tiene el médico», coinciden los jóvenes. Cristina Lermos añade que es una carrera con muchas prácticas, «algo que te motiva mucho» y Alberto añade que el contaco con las personas es lo que más le atrae y da sentido a la carrera. «Los pacientes te cuentas sus problemas, se establece una relación de confianza con ese trato continuo y en general es una profesión muy valorada», añade Ana.
Todos han aprobado las asignaturas del primer cuatrimestre. Cristina López explica que desde segundo ya tienen más prácticas, por lo que la carrera «se pone mucho más interesante».
El grupo de jóvenes coincide en que Enfermería es una carrera un tanto desconocida y que sería necesario que contaran con más información a la hora de elegir la carrera. «Parece que la enfermera está por debajo del médico, y no es así, también nosotros tomamos mucha decisiones en el desempeño de nuestro trabajo, hay muchas labores del enfermero que son desconocidas»; lamentan los jóvenes estudiantes.
Publicidad
Pero algunos de los que llegan a Enfermería como segunda opción no encajan en la carrera y terminan por abandonar. Un problema que pone en evidencia la decana, Noelia Moreno. «La facultad tiene muy buenos índices de calidad, pero estas renuncian hacen que suba nuestra tasa de abandono».
La decana destaca de la docencia en el centro «un Practicum pionero en España, nuestros métodos de simulación, el contenido del grado, la formación metodológica que llevan o la formación clínica», detalla. Las prácticas externas no son solo hospitalarias. «Para nosotros es muy importante la atención primaria en los centros de salud», detalla. Esto hace que «tengamos una altísima demanda, con lo cual el indicador de las notas de corte es de los primeros de España». De esta manera, se explica que el ranking realizado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo ha situado a la UMA entre las cinco mejores universidades españolas para estudiar Enfermería.
Noticia Patrocinada
Volver a examinarse de selectividad es la opción que tienen los alumnos que se quedaron a unas décimas de conseguir la ansiada plaza. La normativa de las pruebas de acceso y admisión a la universidad establece que los estudiantes pueden presentarse cuantas veces lo deseen. Pero lo general es repetir las materias troncales de opción. En el caso de Medicina, las que más ponderan (0,2) son Química y Biología. Estas son las asignaturas que se prepara para este mes de junio María del Mar Maldonado Jiménez, una joven de 19 años, que estudió en el IES Fuente Luna de Pizarra. Además de estudiar el Bachillerato, María del Mar completó sus estudios profesiones de música, en un conservatorio de Sevilla.
Su nota de selectividad fue de 12,85, aunque no se presentó a la convocatoria extraordinaria de julio. No consiguió plaza en Málaga ni en universidades andaluzas. Sí en Cataluña y Santiago. «No podía irme tan lejos, por lo que supone de gastos para mi familia», señala la joven. Empezó así Enfermería en la UMA. Pero pronto comprobó que no era lo que le gustaba. «Terminé el primer cuatrimestre y me examiné de una asignatura, la que tienes que aprobar para poder continuar tus estudios en la UMA», explica.
Ahora estudia «a fondo» estas dos asignaturas, sobre todo Biología, en la que «pinchó» el año pasado. «Estoy muy animada, segura de que puedo mejorar la nota», dice María del Mar, que no contempla otra opción que no sea Medicina. De no conseguir este año plaza en la UMA, la joven ya sí estudiaría la posibilidad de irse fuera de Málaga. María del Mar se siente muy apoyada por sus padres. «Desde pequeña me atrae esta profesión, siempre me ha gustado ayudar a las personas, me fascina el cuerpo humano y, sobre todo, la cirugía», afirma.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.