Laura Mandow, en la sala de informática de la residencia en la que se aloja en Granada. SUR

Laura Mandow, la joven promesa malagueña en programación

Estudiante del doble grado de Matemáticas e Informática, ha sido medalla de plata en la Olimpiada Femenina celebrada en Turquía

Viernes, 4 de noviembre 2022, 00:11

Aún no ha cumplido la mayoría de edad y ya es toda una promesa de la programación informática. Laura Mandow Fuentes, estudiante de primer curso del doble grado en Informática y Matemáticas, se ha alzado con una medalla de plata en la Olimpiada Femenina de ... Informática, que se ha celebrado recientemente en Antalya, Turquía. Laura está programando desde los 14 años y no es la primera vez que obtiene reconocimientos a su trabajo.

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Laura y otras tres jóvenes se clasificaron en la Olimpiada Española Femenina y han representado a España en la competición internacional, que ha tenido lugar entre el 16 y el 22 de octubre. Han conseguido medalla de plata Laura y María Lucía Aparicio (Oviedo) y de bronce Adriana Aguiló y Amal Dokkar, ambas de Cataluña.

Laura Mandow se mostraba ilusionada y satisfecha por el resultado conseguido. Han sido días de competición intensos, pero en los que también ha quedado tiempo para estrechar relaciones con otros jóvenes y conocer el país.

Laura, que estudió en el colegio Cerrado de Calderón, está programando desde los 14 años. De familia le viene la afición a las matemáticas y la informática: sus padres, Lorenzo Mandow y Lidia Fuentes, son catedráticos del departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación de la UMA. Por esto, aunque su 13,68 en selectividad le servía para estudiar en Málaga, ha preferido irse a Granada para evitar tener a sus padres de profesores. Pero también, reconoce la joven, por experimentar otras vivencias. «Quería salir de casa, tener la experiencia de vivir fuera, tener una vida independiente», afirma la joven. Este primer curso en Granada está en una residencia universitaria, que le coge a medio camino entre las facultades de Ciencias y de Informática, entre las que se reparten sus clases.

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Asegura que desde pequeña le han gustado las matemáticas, sobre todo el cálculo y la resolución de problemas. Y, por influencia de sus padres, se fue interesando por la informática. «Me parecía muy 'chulo' comprobar la cantidad de cosas que se pueden hacer con la informática», dice.

A los 14 años ya estaba programando videojuegos con Scratch, un lenguaje sencillo que permite diseñar juegos sin un profundo conocimiento en lenguaje código. Ha desarrollado en Thunkable 'apps' móviles que presentó con un grupo de niñas al concurso internacional de Technovation Challenge y ganaron medalla de bronce en Valencia 2018 y semifinalista mundial 2019. Y también desarrolló videojuegos en Unity que aprendió de forma autodidacta, con tutoriales de Internet.

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De izquierda a derecha, Adriana Aguiló (bronce), Laura Mandow (plata), María Lucía Aparicio (plata) y Amal Dokkar El Hamoudi (bronce). SUR

En Bachillerato descubrió la programación competitiva y es así como llegó a la Olimpiada Informática Femenina, que se celebró este pasado abril en Barcelona. En esta competición Laura obtuvo una medalla de plata. Junto con la medalla de oro (María Lucía Aparicio) y las dos de bronce (Amal Dokkar y Adriana Aguiló) han conformado el equipo que ha representado a España en la Olimpiada Femenina Europea, que en su primera edición se ha desarrollado en Turquía, organizada por el Ministerio de Industria y Tecnología de este país.

Pocas mujeres

La Olimpiada Informática Femenina (que puso en marcha la asturiana Blanca Huergo, estudiante de Matemáticas y Ciencias de la Computación en la Universidad de Oxford) ha organizado y costeado los viajes de las participantes, gracias a patrocinadores y voluntarios.

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Laura constata con tristeza que la presencia femenina es minoritaria en las ciencias e ingenierías. En el instituto solo ella y otra compañera querían estudiar carreras de ciencias. En la universidad se ha llevado la sorpresa de que son 12 chicas en una clase de 50: «Me esperaba que seríamos menos mujeres», afirma. Y es que considera que «la visión femenina es fundamental en la inteligencia artificial, si solo hay detrás hombres dando instrucciones, datos y programando va a salir una información sesgada», comenta la joven.

Las concursantes se han enfrentado a la resolución de problemas desafiantes mediante el diseño e implementación de algoritmos eficientes utilizando lenguajes de programación de tipo C/C++, Phyton y Java. Laura recuerda que tenían que resolver «la máxima cantidad de problemas diseñando un algoritmo que fuera correcto, pero al mismo tiempo que fuera eficiente en la manera de resolverlos, en el sentido de que fuera rápido y ocupara la menor memoria posible».

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Aunque lleva poco tiempo en Granada, asegura que está muy contenta de la decisión que tomó de cambiar de ciudad. Dice que los compañeros son muy simpáticos y todos «un poco 'frikis', parece que de las clases de Bachillerato de muchos institutos hubieran escogido al más 'friki' para juntarnos aquí». Y, aunque el nivel es alto (la nota de corte quedó en 13.188), comenta que el ambiente es sano, no se respira competitividad y sí compañerismo. Leer, sobre todo libros de intriga y misterio, viajar y, como no, los videojuegos, están entre sus aficiones.

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