Los estudiantes andaluces de segundo curso de Bachillerato ya pueden apuntar una fecha relevante en su agenda escolar. Las pruebas de evaluación para el acceso a la universidad y pruebas de admisión (PevAU, conocida como selectividad) serán los días 13 a 15 de junio de 2023. Es la fecha que se está barajando en la comisión interuniversitaria de Andalucía. La fecha definitiva podría aprobarse en la reunión prevista a principios de noviembre. Pero esta del 13 al 15 de junio es la que se ha planteado y que cuenta con consenso entre los responsables de las universidades andaluzas.
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Será la última selectividad tal como se ha conocido en los casi últimos 50 años. La nueva ley educativa, la Lomloe, ha supuesto un importante cambio en los curriculos de todos los niveles educativos, incluido el Bachillerato. Este 2022/23 ya se aplica en primer curso, pero los de segundo aún siguen las directrices de la anterior ley, la Lomce. Por esto se examinarán en junio según este modelo. Ya en 2024 habrá una nueva selectividad, con un periodo transitorio de tres años hasta llegar a un formato definitivo en 2027.
El nuevo modelo será más simple, pues se pasará de los cuatro exámenes en la fase de acceso a solo dos, fundiendo diferentes asignaturas en una prueba de madurez académica. No obstante, se mantiene la puntuación sobre 14 y el valor de la nota de Bachillerato, un 60%, y el 40% para la prueba de selectividad.
Sin embargo, no será una prueba única para todo el territorio español, como ha solicitado algunas comunidades, como es el caso de Andalucía. «Si el currículo de bachillerato es en gran parte homogéneo en todo el territorio y la matriculación universitaria funciona como un distrito único en todo el país no tiene sentido que haya 17 pruebas distintas para acceder a la universidad», dijo recientemente la consejera de Desarrollo Educativo, Patricia del Pozo. Andalucía ha presentado alegaciones a la propuesta realizada desde el Ministerio de Educación.
La selectividad, tal como ha llegado a nuestros días con diferentes denominaciones, se introdujo en la ley educativa de 1974, conocida como ley Esteruelas, por el ministro Cruz Martínez Esterualas. Desde entonces ha tenido un formato muy similar, varios exámenes de diferentes materias. Hasta ese año, los estudiantes se enfrentaban a diferentes 'reválidas' y a una prueba de madurez para llegar a la universidad. Con la Ley Orgánica de Educación de 2006 pasó a denominarse Prueba de Acceso a la Universidad y en 2010, con la aprobación por el plan Bolonia de las carreras de cuatro años o 'grados', se denominó Prueba de Acceso a los Estudios de Grado. La LOMCE, de 2017, volvió a cambiar la denominación y pasó a llamarse Evaluación para el acceso a la Universidad (PEvAU en Andalucía). Desde 2010 la nota máxima pasó a los 14 puntos, con una prueba de acceso a la universidad (sobre 10) y otra de admisión a la carrera deseada por el alumno (sobre 14).
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En la selectividad de junio de este año, la nota de la prueba para el acceso a la universidad subió del 6,982 del año pasado a un 7,061. Aunque la nota de Bachillerato fue algo menor, con una media de 8,2 frente a un 8,34 del año pasado, la nota final de selectividad de este año quedó en un 7,743, frente al 7,797 del año pasado. En cambio, en la convocatoria extraordinaria (que en los dos últimos años se ha trasladado de septiembre a julio) la nota media de la prueba finalmente quedó en un 4,931, que, sumada a la nota media del expediente (6,86), supone el 6,087 de nota media final de selectividad.
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