«Con la pandemia del Covid-19, he perdido mi última oportunidad de irme de Erasmus»

La mitad de los alumnos de la Universidad de Málaga con una beca de movilidad renuncia a estudiar en el extranjero por miedo a quedar atrapado sin poder volver

Jueves, 15 de octubre 2020, 14:59

Esperó hasta el último momento. Lo tenía todo preparado; hasta el billete sacado. Estudiante de último curso de Ingeniería Industrial en la Universidad de Málaga (UMA), iba a ser su última oportunidad de hacer la beca Erasmus antes de graduarse. María Díaz (20 años) ha vivido estos últimos meses pendiente de cómo evolucionaba la pandemia en la República Checa. En octubre de 2019 tramitó la solicitud para estudiar en la Universidad de Brno, un referente en sus estudios, y fue aceptada. Allí había previsto cursar este primer cuatrimestre. Su avión salía el día 13 de septiembre, pero una semana antes lo canceló todo. «Estaba tan ilusionada con esta experiencia que no quise ver lo que estaba pasando», admite Díaz. A esta joven le costó tomar la decisión. Al final, lo hizo ayudada por sus padres, que le hicieron ver la realidad. «Mi mayor miedo era contagiarme y no tener una buena atención sanitaria, o que alguien de mi familia enfermase y no pudiera regresar a Málaga porque estuvieran cerradas las fronteras, o, incluso, que el nivel de contagios allí nos obligara a dar muchas clases online y al final la experiencia no resultase como yo esperaba», explica Díaz, ahora plenamente convencida de que tomó la decisión acertada.

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Como ella, 784 universitarios malagueños han renunciado ya a la beca de movilidad que tenían concedida para marcharse a estudiar el primer cuatrimestre o este curso completo con el programa Erasmus u otro no europeo. Son casi la mitad de las 1.664 adjudicaciones aprobadas para este año y que la incertidumbre generada por el Covid-19 ha echado por tierra. Lo peor es que aún pueden ser más los que se caigan de la lista, ya que en esa estadística no se contemplan los alumnos que tienen previsto marcharse en el segundo cuatrimestre y que aún no han decidido si lo harán finalmente. «No nos han pillado por sorpresa estas renuncias y, aunque contábamos con ellas, nos apenan mucho. Iba a ser un buen año, con medio centenar más de adjudicaciones que en la edición anterior hubiésemos batido un récord», explica Susana Cabrera, vicerrectora de Movilidad y Cooperación Internacional de la UMA. «Nos da mucha pena porque hay alumnos que han dejado para el final de la carrera hacer la movilidad y al final se van quedar sin poder tener esta experiencia que no es solo académica, sino personal«, apostilla Cabrera.

Italia, Polonia, Portugal y Alemania son los cuatro destinos más demandados por los estudiantes de la UMA y entre las 265 universidades a elegir, optan mayoritariamente por la de Roma, Nápoles, Génova, Bolonia, Varsovia, Coimbra y Skowde (Suecia). Pese a no entrar en las preferencias tradicionales, Cristian Cortés (21 años) siempre deseó hacer su Erasmus en Finlandia por ser un destino «diferente». La ilusión podía con su miedo a un contagio lejos de casa. En agosto tenía que haber viajado al país escandinavo para empezar las clases, pero días antes de coger un avión la Universidad de Pori suspendió inicialmente el programa de movilidad por la evolución de la pandemia. Aún así, invitó a este estudiante de Turismo a que lo iniciara en el segundo cuatrimestre, allá por el mes de febrero. «Pero las asignaturas ya no me cuadraban y al final he renunciado. Lo intentaré el curso que viene, aunque al tener que preparar el Trabajo Fin de Grado ya solo me iré un cuatrimestre», explica Cortés, que entiende cómo ha reaccionado Finlandia dada la situación actual. «Allí se curan en salud», sentencia.

En cuanto a los alumnos extranjeros que han elegido la Universidad de Málaga para estudiar, también ha habido bajas importantes, aunque el descalabro ha sido mucho menor. De las 1.237 adjudicaciones, tan solo ha habido 220 renuncias. Los alumnos de la UMA matriculados en países no europeos son 140, algo menos que en el curso 2019-2020 en que se registraron 157. En este sentido, Cabrera ha resaltado la caída de alumnos coreanos, pero también la imposibilidad de que universitarios malagueños puedan estudiar en universidades de aquel país, ya que la mayoría de las instituciones académicas de Corea han suspendido sus programas de movilidad. «Desde la UMA hemos intentado desde un primer momento darles facilidades a todos los alumnos para que en caso de que tuvieran que regresar poder adaptarles la matrícula o para que pudieran seguir 'on line' durante un tiempo las clases e incorporarse después a ellas en la universidad de destino, pero entendemos la inquietud de las familias en las circunstancias actuales», declara Cabrera.

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