El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga, José Pablo Lara Muñoz, es partidario de un nuevo sistema de acceso a los estudios de grado que permita valorar también la aptitud de los estudiantes. Lamenta que jóvenes con verdadera vocación queden ... fuera por unas notas de acceso extremadamente altas (un 13,239 sobre 14 para este próximo curso). Considera que en España no faltan médicos y que el problema radica en las plazas MIR que convoca el Ministerio de Sanidad, muy alejadas del número de graduados que salen cada año de las universidades españolas. Pablo Lara es doctor en Medicina y Cirugía por la UMA, con premio extraordinario, y catedrático de Fisiología desde 2017. Es decano de la Facultad de Medicina desde 2012. En diciembre de 2024 terminará su actual mandato, sin posibilidad de reelección. Desde 2018 es presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas.
Publicidad
–¿Qué piensa cuando cerca de mil jóvenes han señalado este año Medicina como su primera opción para estudiar en la UMA?
–Pienso que son aún más, pues lo solicitan quienes entienden que tienen opciones de conseguirlo. Pienso también que la Medicina en un futuro va a estar en muy buenas manos y eso es una buena noticia para nuestra sociedad. Por supuesto, es una llamada a que cada uno, desde el lugar que ocupa en la facultad, actué con responsabilidad.
–¿Por qué cree que Medicina es la más demandada, año tras año, por los estudiantes preuniversitarios?
–Todas las profesiones suponen un servicio a la sociedad y son necesarias. La Medicina y las Ciencias de la Salud en general velan por algo tan relevante como el cuidado de nuestra salud mental y física. Esa alta demanda ya ocurría antes de la pandemia y ha aumentado tras ella porque los profesionales sanitarios se han convertido en una referencia para nuestra sociedad.
–¿Lamenta que la rigidez de los números deje a médicos verdaderamente vocacionales en la calle?
–Absolutamente. En esa alta demanda también influye una cierta 'moda' –que debería evitarse– entre los estudiantes que obtienen las máximas calificaciones por estudiar Medicina por el simple hecho de haberlas obtenido, lo que es un error. Se deben iniciar los estudios de Medicina cuando se está convencido de que se quiere ejercer esta profesión que requiere, además de conocimientos, una serie de aptitudes y actitudes fundamentales.
Publicidad
Alta demanda
–¿Es posible otro sistema de acceso?
–Es posible y es necesario. La PEvAU (antigua selectividad) a nivel nacional evalúa solo rendimiento académico. Venimos proponiendo desde la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina que debería acompañarse de una prueba de aptitudes personales tan importantes como la capacidad intelectual, entre las que podemos mencionar la empatía, respeto, altruismo, comunicación, trabajo en equipo, compromiso y responsabilidad social o el razonamiento crítico en escenarios del ámbito social y de las humanidades o aspectos de la personalidad. Estas pruebas ya existen en muchos países y se ha iniciado un proyecto piloto muy interesante en Cataluña. Pero su implantación a nivel nacional es muy compleja.
-Esta 'aptitud' de los futuros estudiantes, ¿cómo se puede valorar?
–Es difícil y complicado, es cierto, pero ya hay herramientas que lo hacen posible. Por ejemplo, poniendo al estudiante ante situaciones de determinada complejidad y viendo cómo son capaces de resolverlas. Hay también aspectos de razonamiento crítico, empatía, altruismo o responsabilidad social que se pueden valorar, como hacen las universidades de Estados Unidos y que ya también están haciendo las privadas españolas. Soy consciente de que es difícil, pero es importante tener en cuenta que para ser un buen médico no basta la capacidad intelectual y los resultados académicos y no se puede olvidar el aspecto humano de la profesión.
Publicidad
Prueba de acceso
–Los decanos de Medicina se han opuesto tanto al incremento de plazas como a la creación de nuevas facultades, ¿por qué?
–Hemos defendido siempre que el número de plazas de acceso al grado de Medicina debe depender de criterios estrictamente académicos y sanitarios, no a criterio de conveniencia política. En los últimos 15 años el número de plazas ha crecido un 74 por ciento y el próximo curso se incrementará un 10% adicional en toda España; en ese tiempo el número de universidades que ofertan Medicina han pasado de 28 a 48. Hay que recordar que el acceso al grado es un primer 'numerus clausus', pero tras seis años de estudios muy exigentes, si no obtienes una especialidad (vía MIR) en España, solo se puede ejercer como médico generalista y en el ámbito privado. Es, por tanto, un segundo 'numerus clausus' y la convocatoria del examen MIR no ha sido capaz de absorber –aunque ha crecido– la demanda de médicos que quieren realizar la especialidad. Pero además, tras una formación como especialistas de cuatro o cinco años de duración, debes 'encontrar trabajo'; es el tercer 'numerus clausus' y ahí es donde de nuevo, las condiciones laborales deben mejorar. Es una pena no estudiar Medicina pero quizá sea peor no poder ejercerla o hacerlo en unas condiciones que no sean las adecuadas porque repercute en el cuidado de los pacientes.
–¿En qué basan su afirmación de que en España no faltan médicos, cuando la opinión generalizada es que hay escasez de especialistas?
–No es una opinión propia. Se basa en el estudio del propio Ministerio de Sanidad (2021-2035) en el que se indica que España está por encima de la media europea en el número de médicos por densidad de población, concretamente en la sexta posición. También recoge ese informe que existe déficit de algunas especialidades y desigualdad territorial en la distribución de los profesionales. En cuanto al número de plazas de acceso al grado, no hay indicador sociosanitario que haya crecido tanto y, en cambio, ese crecimiento no ha servido para solucionar los graves problemas que tiene la profesión médica –que se pueden resumir en las dificultades para contratar profesionales– porque la causa de esos problemas no está en la falta de estudiantes sino en la necesidad de mejorar unas condiciones laborales que permitan mejorar la calidad de la asistencia sanitaria.
Publicidad
–Para este nuevo curso se ha ampliado el número de plazas de nuevo ingreso. Algunos pensarán 'ya era hora', pero ustedes, ¿cómo lo interpretan?
–Vuelvo a insistir que el número de plazas no ha dejado de incrementarse en los últimos 15 años y el próximo curso se ofertarán en toda España unas 800 plazas más.
MIR
–¿Cómo debería ser el MIR para evitar que algunas especialidades, como Medicina de Familia, queden con plazas vacantes?
–El examen MIR debe ser un examen de las competencias adquiridas en el grado; no es una prueba para especialistas. Debe estar basado sobre todo en supuestos prácticos y que evalúen aspectos que competen a un médico generalista. En esa línea viene evolucionando en los últimos años. Hemos propuesto que además de ese 'examen teórico', debería existir otro de evaluación de competencias y habilidades prácticas; de hecho todas las facultades españolas realizamos una prueba de evaluación de competencias al estudiantes de sexto curso que puede servir de referencia.
Publicidad
–¿Por qué cree que quedan plazas vacantes en algunas especialidades?
–Que se queden plazas vacantes no es consecuencia del MIR sino de que las plazas ofertadas no resultan atractivas a los candidatos. Y sería una pena en cualquier especialidad, pero más aún en Medicina de Familia, que es fundamental en el sistema sanitario y para nuestra sociedad.
–La memoria de verificación del título contemplaba 170 plazas de nuevo ingreso, aunque la oferta en la facultad era de 160, ¿por qué este menor número de plazas?
–Tenemos la obligación y la responsabilidad de proporcionar una buena formación a los estudiantes. Si ofertas un número mayor de las adecuadas a tus recursos, se resiente la calidad de la formación.
Noticia Patrocinada
–Uno de los problemas que tenían las facultades de Medicina era la dificultad de acreditación para optar a las plazas docentes. ¿se resuelve en la nueva LOSU?
–Hemos realizado muchas propuestas desde la Conferencia de Decanos al Ministerio de Universidades y ANECA. De hecho, en enero se han publicado los nuevos criterios de acreditación de la rama de Ciencias de la Salud que han mejorado los anteriores, sobre todo en la acreditación a profesorado titular. También en la LOSU se contempla, como sugerimos, una mayor valoración de la actividad asistencial y que todas las figuras docentes puedan ser vinculadas a los centros sanitarios. Son buenas noticias.
–Cumplidos 13 años de los actuales planes de estudios, ¿ha llegado el momento de actualizarlos?
–Precisamente en septiembre comenzamos el primer curso del nuevo plan de estudios, con enorme ilusión tras el consenso alcanzado por todos los departamentos. Los objetivos de este nuevo plan son, entre otros, introducción en los primeros cursos de formación clínica y prácticas en los centros sanitarios, intensificar la formación en investigación fomentando el autoaprendizaje, nuevas asignaturas como gestión sanitaria o contenidos relacionados con los avances en biomedicina, reordenación del cronograma y mayor coordinación o aumento del número de asignaturas integradas.
–Alguno de sus colegas ha sido premiado por nuevas prácticas de innovación docente. ¿Es algo que se podría generalizar?
–En este nuevo plan de estudios abordamos cómo mejorar las prácticas clínicas y una mayor presencia de metodologías docentes innovadoras como la clase inversa, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje/servicio, o simulación clínica. Es un nuevo reto que nos hemos planteado, necesario en los momentos actuales, al que vamos a dedicar nuestros mejores esfuerzos.
–Con la del último curso han sido 47 promociones y casi 7.000 médicos formados en su centro. ¿Cree que la sociedad malagueña valora en su justa medida a su Facultad de Medicina?
–No tengo ninguna duda de que es así. Son 7.000 médicos y de cada uno de ellos dependen muchas personas. Y además se realiza una actividad investigadora ingente con aproximadamente 1.500 tesis doctorales defendidas –unas 400 en marcha en el momento actual–. Todo esto es posible gracias a una alianza estratégica con los centros sanitarios que es el único modo de que una Facultad de Medicina alcance su identidad más auténtica y pueda cumplir sus objetivos. Y estamos orgullosos de servir a nuestra sociedad aportando cada año médicos del futuro y aportando nuevos conocimientos que mejoren la promoción de la salud y el cuidado de las personas enfermas.
–Hace unos años, usted alertaba de un grave problema de profesorado en el centro, de manera que en el periodo 2016/27 estaba prevista la jubilación del 42 por ciento de sus profesores con vinculación permanente. ¿Se ha podido frenar esta pérdida de empleo docente?
Publicidad
–Es nuestro principal problema. Estamos trabajando de forma intensa y conjunta Rectorado, departamentos y decanato. En este curso que termina hemos tenido más de 40 incorporaciones y promociones; el próximo curso académico la cifra será similar, por lo que vamos recuperando ese déficit. Y es mérito de nuestro profesorado que, con unos criterios muy exigentes, han obtenido la acreditación a las diferentes figuras docentes. Y hay que destacar también la esencial colaboración –cada vez mayor– de colaboradores y tutores clínicos de los centros sanitarios.
–La Facultad de Medicina ha cumplido 50 años. Fue la primera en implantarse en el campus de Teatinos. ¿Qué valoración puede hacer de este medio siglo de existencia?
–Es una facultad que se siente orgullosa de pertenecer a la Universidad de Málaga, afortunada de iniciar sus pasos hace 50 años, agradecida a la ciudad de Málaga que con tanta fuerza la solicitó, agradecida a quienes han dedicado sus mejores esfuerzos a consolidarla. Me gusta decir que actuamos 'aprendiendo del pasado, viviendo el presente, pensando en el futuro'. Y el modo principal como hemos querido celebrar este aniversario es procurando mejorar la calidad de nuestra formación, pensando en el futuro.
Publicidad
–¿Qué actividades tienen previstas para este primer cuatrimestre del curso?
–Para el mes de noviembre hemos organizado el XXV Congreso Nacional y I Congreso Internacional de la Sociedad Española de Educación Médica, con una notabilísima participación de colegas y estudiantes, en el que presentamos la 'Declaración de Málaga 2022, Estándares para la Educación Médica en el Grado', promovida desde nuestro centro y avalada por instituciones médicas nacionales e internacionales médicas.
–¿Cómo ve el futuro de la facultad y de los estudios de Medicina en la UMA?
–Estamos inmersos en un ilusionante proyecto para la obtención del Sello Internacional de Calidad mediante la acreditación por la World Federation for Medical Education. Nos presentamos junto a otras ocho universidades en su primera convocatoria ordinaria, con el deseo de que, aunque tengamos muchos aspectos en los que mejorar, podemos aportar evidencias de que nuestra docencia se desarrolla también conforme a unos criterios internacionales muy exigentes. Supone un esfuerzo añadido, pero pensamos que nuestros estudiantes y nuestra sociedad se merecen ese esfuerzo porque supone una nueva oportunidad para mejorar.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.