«Aspiro a estar en la segunda vuelta»

Ha sido el último en lanzarse a la carrera electoral. Trata de hacer valer la renovación de ideas y personas que representa la candidatura que encabeza.

-Usted fue el último en tomar la decisión de presentarse, ¿cuándo se lo planteó seriamente?

-Empecé a planteármelo con seriedad justo antes de agosto, pero no tomé la decisión definitiva hasta mediados de septiembre.

-Los otros candidatos le llevan entonces bastante ventaja

-Nosotros hemos dedicado mucho tiempo a preparar el programa y a hablar con mucha gente. Nuestra forma de trabajar ha sido hacer una propuesta, enviarla a muchos compañeros y esperar un retorno, lo que al final supone que el proceso se retrase mucho más. Lo que sí es cierto es que hemos querido esperar a que la junta electoral se constituyese para empezar a trabajar.

-¿Se ve con apoyos como para ganar, o su objetivo es llegar a una segunda vuelta?

-Creo que con tres candidaturas tan serias como las que se han presentado no es previsible que gane ninguno en primera vuelta. Yo aspiro a estar en esa segunda vuelta.

-Ustedes plantean crear una comisión para verificar el cumplimiento del programa ¿Tan seguros están de sus propuestas?

-Creo que hemos planteado unos objetivos realistas, posibles, pero lo que sí queremos en cualquier caso es dar cuenta, año a año, de lo que se consigue en el programa y de lo que no. Entiendo que vamos a ser capaces de cumplir buena parte de los objetivos; no todos, que son muchos. No podemos abordar todos simultáneamente.

-¿Cómo se plantea negociar con la Junta el pago de la deuda?

-El máximo representante de la Universidad debe ser no beligerante, pero sí exigente, para que la deuda que tiene contraída con la Universidad de Málaga se salde al menos en los términos en que ya se han acordado. Ahí vamos a estar atentos y exigir. Vamos a ser siempre constructivos pero muy exigentes.

-Lleva en su programa mejorar las relaciones con el entorno social, ¿con quién y cómo?

-Queremos plantear un foro en el que participen las entidades más representativas de la ciudad, como la Cámara de Comercio, empresarios, PTA, Ayuntamiento, entre otros, que nos permita intercambiar opiniones, problemas y soluciones en los que la universidad puede aportar a la hora de incidir en la sociedad.

-Proponen también una política de becas y tasas, pero no se le escapa que la Universidad no tiene competencias para ello.

-Efectivamente, no tenemos competencias en esas materias, pero lo que planteamos es una posición exigente frente a las administraciones públicas, Junta y Gobierno central. Frente a ellas mantendremos nuestras reivindicaciones para que mejorando las becas y las tasas nuestra Universidad sea la universidad de todos.

-¿Qué cambios pretende introducir en materia de contratación de profesorado?

-La figura de profesor asociado a tiempo parcial está pensada para profesionales de reconocido prestigio. Sin embargo, por circunstancias, se ha utilizado para resolver carencias estructurales, que lo que necesitan son profesores a tiempo completo y no profesionales de reconocido prestigio. Habrá que hacer un plan que, de forma gradual, revierta esa situación, y eso necesitará un plazo de tres o cuatro años.

-¿Considera suficiente la actual oferta de grados? ¿Pondría alguno más?

-Antes de poner alguno nuevo habría que estudiarlo, meditarlo mucho, ver los recursos, el impacto y necesidad del entorno. A nivel de oferta de grados creo que hay que clarificarla algo mejor para que los estudiantes sepan exactamente qué es lo que ofertan y cuáles son las diferencias entre unos y otros. Y en el ámbito de las ingenierías hay algo de confusión, hay una oferta que muchas veces confunde y eso hay que clarificarlo. Pero donde sí tenemos que desarrollarnos es en la oferta de postgrado. Ordenarla de manera que respondamos a la demanda real que hay.