La llegada de Fotis Katsikaris al Unicaja ha cambiado muchas cosas. El entrenador griego tenía claros desde el primer momento algunos detalles tácticos que eran necesarios para ganar solidez. Reforzó los roles de algunos jugadores y fortaleció la estructura defensiva. Entre los profesionales que ... han dado un paso adelante se encuentra Adam Waczynski. Sobre el polaco siempre existe cierto debate sobre si podía aportar más al equipo. Tiene momentos brillantes en la temporada, pero también lagunas, aunque casi siempre aparece como desatascador con su excelente tiro de tres.
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El técnico griego ha decidido que Waczynski es su alero titular y este ha disparado su rendimiento en los últimos encuentros. Jugó 35 minutos contra el Barcelona en la Copa, le hizo 15 puntos al Estudiantes en la Liga y firmó 22 ante el Joventut en la Eurocup. Llama la atención la apuesta de Katsikaris por Waczynski, pues la defensa no es su fuerte, pero es evidente que ha mejorado algunos detalles de su juego para ser más completo.
El alero explica que ahora no se le pide nada distinto, pero ha asimilado la llegada de Katsikaris como un impulso. «Siempre trato de aprender y estoy escuchando a los técnicos y a los compañeros. El cambio de entrenador fue un impulso para jugar mejor, con más intensidad y para demostrar que no sólo soy un tirador. Esta situación es evidente que me ha dado un poco más de seguridad en mi juego», explica.
Es la sensación general que desprende el Unicaja tras el relevo de Luis Casimiro. El equipo es más seguro, defiende mejor y es más agresivo. «Fotis no me ha pedido nada distinto, pero sí quiere que seamos listos, duros, que usemos las faltas... Como dije, trato de escuchar a los entrenadores. Si me dicen que haga falta, la hago. Esa es la mentalidad, ayudar al equipo. Creo que esto es lo que se ve desde fuera».
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Probablemente, Waczynski y Brizuela sean las dos grandes apuestas del griego, además del joven Nzosa, pívot protagonista ahora en un sistema de trabajo más estructurado y en el que no hay la libertad de hace unos meses. «Tenemos más sistemas de juego. Nuestra filosofía ha cambiado un poco. En cada jugada y en cada entrenamiento tratamos de ponerla en práctica. Al principio hemos entrenado más duro y creo que por eso estamos en mejor forma. Cuando vemos que ese trabajo funciona, fortalece la identidad del equipo», explica.
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A pesar de las buenas sensaciones actuales, Waczynski sabe que en junio el club tendrá que tomar una decisión sobre él. Acaba contrato y el Unicaja deberá decidir si ejerce la opción de renovación que estipula su contrato. Es algo que ahora a Waczynski no le quita el sueño, aunque no oculta su deseo de seguir. «La misma historia de siempre (risas). Soy optimista. Me gusta Málaga y me siento del Unicaja. Es un orgullo jugar aquí. Ahora estoy pensando en lo que nos queda por delante. Sé que no tenemos Eurocup, pero tenemos que pelear en la Liga Endesa y meternos en el 'play-off'. Esta es la prioridad. Ya veremos qué pasa luego. Está claro que me gustaría seguir», dice. Si Katsikaris continúa en Málaga y el polaco mantiene su nivel, es muy probable que el técnico abogue por su renovación, como en su día hizo Casimiro.
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