El Unicaja es un equipo muy complicado de parar. Mientras en otros conjuntos de la Liga los peligros están identificados, en el malagueño cualquier elemento puede convertirse en el factor que desestabiliza un partido. El choque ante el Obradoiro es un nuen ejemplo de ello.
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Melvin Ejim, aparentemente, tiene un rol secundario en el conjunto cajista, pero es una pieza fundamental para Ibon Navarro porque aporta una gran solidez al juego, tanto en defensa como en el rebote. El canadiense asume ese rol, cuando en cualquier otro equipo sería mucho más protagonista.
En Santiago, por la configuración del rival, tuvo más protagonismo ofensivo y demostró sus cualidades. Ejim fue una de las claves de la victoria ante el Obradoiro en el que ya es su mejor partido con la camiseta del Unicaja. El ala-pívot acabó el choque con 18 puntos, seis rebotes, cuatro asistencias y tres recuperaciones para un total de 27 créditos de valoración. Más allá de los números, Ejim volvió a ser fundamental en defensa y parecía estar en todas partes.
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