Victoria de pico y pala

Mrsic sorprendió al Unicaja en el primer cuarto con una zona que permitió a su equipo controlar en todo momento el ritmo del juego, que concedía tiros abiertos, pero que solo Barreiro supo aprovechar, cerrando espacios e impidiéndole correr, imponiendo mucha paciencia en ataque y una buena selección de tiro que dejaba al Unicaja en tan solo 15 puntos.

Todo cambió en el segundo cuarto, con el Unicaja más aplicado en defensa y con más agresividad dispuesto a no caer en la maraña defensiva de su rival, consiguiendo continuas recuperaciones de balón, ejecutando rápidos contraataques y con un Kameron Taylor muy incisivo que dinamitó la zona jugando en espacios intermedios, penetrando y asistiendo a sus compañeros, obligando al Breogán a un cambio defensivo que no impidió que el Unicaja lograra grandes parciales y llegara a los 29 puntos en este cuarto.

Pero como dijimos al principio, el Breogán no pensaba rendirse, alternaba sus defensas y después del tiro libre se aplicaba en una zona press y la consabida zona, aguantando al Unicaja en el electrónico y no permitiéndole dar el arreón final a un partido donde se mostraba con una manifiesta superioridad física y técnica, sin embargo dos recuperaciones del equipo gallego en las postrimerías del cuarto no solo le permitía ganarlo sino que reducía la ventaja malagueña a tan solo 10 puntos.

En el último cuarto reacciona el Carpena animando y los dos equipos seguían muy aplicados en defensa, el partido se endurecía y se daban situaciones de verdadero desconcierto arbitral que obligaban a continuas paradas y visionados de vídeos, pero el Unicaja tampoco cedía, y poniendo pico y pala, yendo punto a punto y aumentando la diferencia poco a poco alcanzaba una victoria muy trabajada, sin una enorme brillantez, pero seguro que del gusto de su entrenador contra un dignísimo rival.