«¿Por qué nos pitan? Sólo perdemos de dos. ¿Qué está pasando?». Estas fueron las preguntas que se hacían los jugadores extranjeros del Unicaja cuando el pasado miércoles se vivió una situación de gran tensión en la grada del Palacio de los Deportes. El ... juego estaba parado, un aficionado lució una pancarta contra el presidente del club, Eduardo García, y aquello generó un pequeño incidente cuando se le invitó a volver a su localidad. Los gritos contra la directiva aumentaron y los jugadores no entendían lo que pasaba. El Unicaja perdía 59-61 y suerte que se repuso para acabar dándole la vuelta a un encuentro clave para sus aspiraciones europeas, en parte gracias al apoyo de los aficionados. «Igual que remontamos, nos podíamos haber quedado noqueados y perder el partido», comentaba a SUR uno de los jugadores del Unicaja.
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La extrañeza y a la vez malestar de los profesionales con el ambiente de tensión que se está viviendo en los últimos partidos es patente. En el seno del vestuario no se entienden los pitos a Casimiro en los comienzos de los encuentros, como tampoco entendieron el incidente de la pancarta y en el momento en el que se produjo. Indican que los objetivos, más allá del noveno puesto al cierre de la primera vuelta, están intactos. «Nos estamos jugando mucho y esto no ayuda en nada», dijo una voz autorizada dentro del vestuario.
Pese a la remontada y a la victoria final, los jugadores no olvidaron lo que ha había pasado. Casi todos los profesionales salieron del vestuario para mostrarle su apoyo de forma directa al presidente del club, Eduardo García, los primeros, los más extrañados por la situación, gente como Adams, Thompson, Gerun, Waczynski y, por supuesto, el núcleo de españoles. Una escena que se vivió en un pasillo próximo a los vestuarios minutos después del final del partido. La situación de tensión sorprendió también a los responsables del Andorra, pues no terminaban de entenderla teniendo en cuenta la clasificación del equipo tanto en la Liga, octavo, como en la Eurocup, en la que pelea por el liderato del grupo.
Del mismo modo, algunos aficionados se quejaron de que García les hizo un gesto despectivo en un momento determinado, parece que al comienzo del choque. Este periódico cuestionó al club sobre este hecho y se explicó que el dirigente cajista quiso indicarles que si tenían algo sobre lo que cuestionarle, no tenía problemas en responderles y hacerlo después del partido, y que incluso así se le explicó al aficionado que se dio por aludido y que lo publicitó en una red social.
Como se puede comprobar, este ambiente enrarecido y de tensión cala ya en el vestuario del Unicaja, lo que no es nada positivo en un momento determinante de la temporada por lo que hay en juego en la competición europea y a dos semanas de la disputa en Málaga de la Copa del Rey.
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No es la primera vez que el club cajista se ve en una situación de este tipo. Sin embargo, hay una diferencia importante con el pasado y es que la situación deportiva no es mala. En las etapas de Repesa, Chus Mateo y, especialmente, en periodo final de Aíto en Málaga, los resultados no acompañaban.
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