Las dos versiones de Francis Alonso

En realidad han sido sido dos Francis Alonso en uno. Primero, un tirador desatado en las primeras veinte jornadas de la Liga Endesa, el periodo con Luis Casimiro al frente de la plantilla. El malagueño llegó en un gran estado de confianza tras el verano. No en vano, en su primer amistoso de pretemporada sorprendió con un 8/8 en triples ante el Betis (74-90). Esa misma version, ya ante la exigencia de la competición, fue capaz de mantenerla y se pudo ver alguna que otra vez en esa primera mitad del curso. Su mejor actuación fue en la visita al Real Madrid (91-84). Aunque no valió para ganar, se fue a los 27 puntos (y 26 de valoración), con 5/7 aciertos desde el perímetro. También anotó 18 puntos en Andorra y en el Carpena contra el UCAM Murcia, o 17 en el mismo escenario frente al Obradoiro.

Así las cosas, Alonso, que meses atrás no pudo triunfar en el Fuenlabrada, se ganó un protagonismo inesperado en la rotación, formó en quintetos iniciales y sorprendió con un rendimiento muy por encima del esperado antes de la pretemporada, cuando por fin se le abrieron las puertas del equipo en el que se formo antes de su paso por la NCAA norteamericana y existían algunas dudas acerca de su respuesta.

Sin embargo, la medida que ha ofrecido con Katsikaris (desde la vigésima primera jornada) ha sido otra muy distinta, marcado por la pérdida de minutos y la desconfianza patente. De los 10,7 puntos por partido promediados con Luis Casimiro, a los 3,7 actuales (desde las vigésima jornada hasta hoy). Si bien es cierto, que Alonso ahora sólo está una media de menos de 12 minutos en la pista con el griego, que ha incrementado la presencia de Brizuela, y estaba algo más de 20 con Luis Casimiro, sus estadísticas han caído en una proporción mayor.

Así, Francis Alonso ofreció un49% de acierto en triples en la franja de temporada con Luis Casimiro, y ahora es del 32,4%. En tiros de dos ha pasado del 57% al 33% en eficacia. Son números que reflejan a las claras esa crisis de confianza, que en ocasiones afecta a los tiradores y que se está prolongando demasiado en el tiempo.

La sensación de que Alonso lanza menos a canasta en estos últimos meses también queda reflejada en datos. Ha pasado de tirar 6,4 veces por partido a hacerlo 3,4 (excuyendo tiros libres), y tampoco han mejorado sus cifras reboteadoras, al pasar de 1,5 capturas por choque a 0,75. Lo que más se ha resentido ha sido su valoración media, que ha pasado de 9,1 puntos en la primera etapa a 2,5 en la actual, un bajón por tanto mucho más brusco que el de minutos en pista.

Alonso sólo ha tenido una actuación descollante a las órdenes de Katsikaris, en el triunfo ante el Estudiantes (91-77) de finales de febrero, con 20 puntos en su haber. Incluso, este partido maquilla aun más sus estadísticas de la segunda mitad del curso, sin ninguna actuacion por encima de los ocho puntos y sin anotar más de un triple más que en otro encuentro más.

Sin embargo, la sensación es que la confianza de Katsikaris en Alonso ha ido a más. En los cinco últimos partidos su presencia en cancha va en progresión: 5.38 ante el Zaragoza, 14:24 contra el Joventut (con prórroga), 18.05 en Murcia, 11:56 en Vitoria y unos 19:09 en San Sebastián que son el segundo mejor dato en la etapa de Katsikaris, que parece premiar así un mejor trabajo defensivo y que confía en que a partir de ahi mejore su falta de confianza en el tiro.