Unicaja-Real Madrid: el pasado siempre vuelve

Hay relaciones basadas en la amistad, otras que encuentran el amor y perduran y algunas, las menos, que son tóxicas. El Unicaja ha vivido a lo largo de su trayectoria todo tipo de emociones marcadas por los rivales que han candado el éxito o han suministrado grandes dosis de frustraciones. A diferencia de sus enfrentamientos con el Barcelona, que emponzoñaban sus esperanzas, sus encuentros con el Real Madrid han tenido picos que estimulaban la coincidencia.

En los últimos veinte años se pueden tildar de placenteras sus eliminatorias en la Copa del Rey, ya que en dos de las tres finales (2005 y 2020) fueron compañeros de viaje en pos del título, con un saldo de un trofeo para cada uno, mientras las otras dos veces que se encontraron, en cuartos de final (2001 y 2018), tuvieron color blanco. Pese al balance negativo, el éxito de Zaragoza, con la consecución del primer título nacional para el club de Los Guindos, palia el resto de desdichas.

Allí empezó el trienio mágico del Unicaja, inolvidable, y como la historia es tozuda y revela pasajes que se repiten esporádicamente no debe ser casualidad que tras la hazaña protagonizada el jueves de eliminar por primera vez al Barcelona se tope ahora el Unicaja con un pasado que siempre vuelve.

Además de los cuatro cruces protagonizados hasta ahora, este Real Madrid-Unicaja viene marcado por la presencia en el banquillo del conjunto de la capital de España de Chus Mateo, inquilino del banco malagueño durante cinco años en etapas distintas y con cargos diferentes, ya que fue ayudante de Sergio Scariolo primero y entrenador jefe después, cuyo cuerpo técnico estaba formado entonces por Paco Aurioles y Ángel Sánchez Cañete, que hoy ayudan a Ibon Navarro.

Este cruce de destinos marcado por la amistad y la cordialidad entre las personas destinadas a ganar desde la estrategia tuvo su punto de inflexión en la Copa del Rey de 2012 disputada precisamente en Barcelona, muy cerquita de donde mañana cajistas y madridistas dirimirán el pase a la final. Entonces Chus Mateo acudió a la cita como cabeza de serie y llevando al Unicaja a encadenar una buena serie de victorias que le aupó hasta la tercera posición de la tabla. En la Ciudad Condal su rival y ganador del cruce fue el Banca Cívica, el Betis actual, entrenado por Joan Plaza, que poco tiempo después sería su sustituto en Málaga, en cuya etapa ganó la Eurocup, uniéndose a la nómina de técnicos campeones con el Unicaja, junto a Bozidar Maljkovic y Sergio Scariolo que siempre se encontraron al Real Madrid en la Copa.

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