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El Unicaja lidera la clasificación de la Liga Endesa después de nueve años y lo hace en la recta final de la competición. Este puesto le otorgaría ventaja de campo en todas las eliminatorias del ‘play-off’, por lo que mantenerlo sería crucial para pelear ... por el título de la competición.
Quedan seis partidos para el final de la fase regular y el calendario del equipo malagueño no es fácil. Recibirá al Zaragoza, Baskonia, Murcia y Palencia, mientras que tiene que visitar al Tenerife y al Barcelona. Es decir, dos equipos de la Euroliga y a otros dos que pueden estar en la próxima Final Four de la Champions, como son el conjunto murciano y el canario.
Precisamente la aparición en escena de la posibilidad de pelear por el título continental es un elemento que puede llegar a distorsionar la dinámica del equipo cajista, pues, dependiendo de lo que pasa esta tarde en Atenas y de si avanza la Final Four, acumulará un desgaste importante con más partidos y viajes. Otra lectura de esto es que alguno de sus adversarios también tendrá que asumir carga. Por ejemplo, el Baskonia sigue vivo en la Euroliga y el Tenerife, también tiene el gran objetivo del título de la Champions.
Por su parte, el Real Madrid también tiene cuatro partidos en su pista. Recibirá al Joventut, Obradoiro, Granada y Baskonia. Sus salidas serán a Zaragoza y Valencia. Los blancos mezclan rivales complicados con equipos de la parte baja que se están jugando la permanencia, así que tampoco lo tendrán fácil.
El equipo blanco ha sido el líder de la Liga durante 25 jornadas, pero en las últimas semanas muestra una evidente irregularidad. Hay jugadores en un punto bajo de forma o confianza y los constantes rumores sobre renovaciones, llegadas y salidas son algunos días más protagonistas que la propia marcha del equipo, que, a pesar de haber cedido el liderato, es fantástica, pues también es el mejor por ahora en la Euroliga.
Haber alcanzado el liderato puede darle al Unicaja un impulso extra justo cuando su gran rival, el Madrid, parece atravesar por un bache de juego. Cualquier pinchazo de uno u otro en esas jornadas puede ser decisivo. Hay poco margen para la respuesta y es evidente que las opciones del equipo malagueño se multiplican si tiene el factor campo a favor en todos los cruces. Eso fue lo que pasó en 2006 cuando ganó el único título de Liga que luce en sus vitrinas.
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