El Unicaja, a un paso de ser el campeón regular y batir su récord de victorias

La fiesta esta tarde se presume especial. De nuevo no hay entradas. No para ver al colista. Pesa más la opción de batir el récord de victorias (pasar de los actuales 27) y repetir liderato al término de una fase regular, algo que sólo logró el cuadro malagueño en la temporada 2005-06. ¿Y recuerdan qué sucedió después? Que se ganó el único título en esta competición. Quién sabe si se repetirá la hazaña, pero lo que es indiscutible es que el Unicaja, si cumple ante el Palencia, tendrá el factor cancha en todos los cruces de los 'play-off', y eso puede pesar, tanto en series al mejor de cinco partidos, como en la de cuartos al mejor de tres.

Conquistada la Champions, el Unicaja compite con la tranquilidad de haber cumplido ya con uno de los objetivos del curso. En el triunfo del viernes en el Palau (91-92) hubo hasta siete jugadores con dobles dígitos de valoración. A excepción de Kalinoski, el mejor de Liga Endesa en el más/menos (+8,5), ni un jugador del equipo aparece en el 'Top 5' de ninguna estadística, y el mejor valorado es Osetkowski (12,9 puntos), el 29º de ese 'ranking'.

Cara a la cita de esta tarde queda por comprobar si Ibon Navarro sigue reservando a Alberto Díaz, como el viernes, para no arriesgar cara a la próxima semana. Precisamente él, con 27 puntos de valoración, fue el mejor de su equipo en el 72-86 de la primera vuelta en Palencia. El Zunder, descendido desde hace algunas jornadas, sólo ha ganado uno de sus nueve últimos duelos, en la pista del Surne Bilbao (80-97), y Ousmane Ndiaye será su única baja.

El rival, con Luis Guil al frente en la segunda mitad del curso, ha pagado la novatada de su debut y regresa a la LEB Oro, desde la que ya se conoce el ascenso del Leyma Coruña. El pívot letón Anzejs Pasecniks, uno de los mas valorados por los aficionados en la votación del MVP Movistar de la temporada, lidera el equipo, con 12,8 puntos y 4,8 rebotes de media, y por fuera destaca el talento del joven Van der Vuurst (10,8 puntos, 5,5 asistencias) y los triples de Frankamp y Hands. Por dentro el equipo, con dos torres de siete pies (Haarms, amén de Pasecniks), mejoró con Piñeiro (9,4 puntos, 4,4 rebotes), pero tarde.