El Unicaja apabulla al Girona con su ritmo insostenible de juego (111-80)

Sin Djedovic (reservado) y sin Ejim, que fue el descarte, el Unicaja se divirtió y entusiasmó a su parroquia, ávida de que sucedan cosas. Quedan dos frentes competitivos antes de la llegada del verano, y el acoplamiento que muestra el equipo en ataque permitió ver este sábado numerosas acciones ejecutadas casi de memoria, en lo que pudo haber sido un resultado histórico. Y es que, aunque el equipo igualó al fin del tercer cuarto su techo anotador (91, en un duelo ante el Valladolid de la 2013-14), al término del choque se quedó cerca de un registro que habría tenido más peso aún. Perry falló una canasta de dos en la última posesión del Unicaja del partido para igualar la mejor anotación en casa (113, por los 117 de fuera).

La mejor lectura es que esta victoria casi asegura la segunda plaza liguera a siete jornadas del final, con un mínimo de cuatro triunfos de colchón sobre el tercero. En definitiva, que con ganar en el Carpena bastaría para gozar de factor cancha en los 'play-off' por el título en todas las series, salvo una hipotética final ante el Real Madrid.

Noticias relacionadas

Ibon Navarro: «El tercer cuarto ha sido francamente bueno»

Nacho Carmona

El uno a uno del Unicaja-Bàsquet Girona

Pedro Luis Alonso

El riesgo de jugar a un ritmo alto es evidente para cualquier rival que quiera plantarle cara al Unicaja. Lo quisiera o no pudiera evitarlo el Bàsquet Girona, lo cierto es que el partido fue un festival ofensivo de ambos equipos, sin que las defensas impusieran freno alguno a la exhibición. Y sucedió casi desde la primera canasta, porque el cuadro malagueño comenzó anotando en una carrera de Carter. Entre las huestes de Ibon Navarro cualquiera cruza el campo con rapidez. Lo demostró Sima en otro contraataque, y Thomas cuando bajó a defender tras un nuevo acierto.

El Girona respondía, fundamentalmente con Iroegbu que cerró el primer cuarto ya con 10 puntos (ya fue una pesadilla en el duelo de la primera vuelta, cuando se fue a los 27), pero al Unicaja no parecía importarle. Osetkowski parecía ver la canasta más grande desde la línea de perímetro, y hubo dos asistencias de las que ponen de pie al pabellón, como en la conexión de Kalinoski con Sima (en el mate del 12-7) y la Taylor con Thomas (21-15).

El Unicaja jugaba en equipo y cerró los diez primeros minutos compartiendo muy bien la bola, con once asistencias ya, cuatro de Díaz, y sin pérdidas, frente a las cinco de su rival, que dominaba el rebote, su principal fortaleza, pero como el cuadro malagueño mostraba unos porcentajes increíbles en tiros de campo se escapaba continuamente en el marcador, hasta los 16 de renta (44-28 y 46-30). Faltaba medio segundo cuarto, y el equipo se iba a dígitos anotadores propios de la NBA, con un 64% en tiros de dos y un 46% en triples, pero increíblemente fallón en los tiros libres, y no por culpa de Lima esta vez.

Divirtiéndose, quizás el Unicaja bajó un poco el pistón defensivo, permitiendo canastas fáciles al Girona, y eso molestó a Ibon Navarro. Un tramo de inspiración brutal de Susinskas, con nueve puntos seguidos (dos triples y tres tiros libres) colocaron un 52-46 que invitaba a pensar que no iba a resultar todo tan sencillo, aunque los locales ampliaron la brecha al intermedio con un triple de Díaz (57-48), en un momento en que la parroquia que llenó otra vez el Carpena se enfadó con un par de decisiones polémicas de los árbitros.

Un huracán en el tercer cuarto, fraguado por la borrasca verde y morada borró cualquier atisbo de duda. El Girona, con la lengua fuera, no sostuvo ya el ritmo anotador de los locales (35-14), liderados por un excelso Kalinoski (siete puntos al inicio) para el 91-63 a diez minutos del final que, como se destacó antes, iguala un récord.

El aliciente era comprobar si el equipo no bajaba el pistón y seguía a un ritmo de treinta puntos por cuarto. Osetkowski seguía en esa línea (cinco triples), pero como era previsible cierta relajación en las posesiones finales lo frustró, pero el equipo acabó con 28 asistencias y 145 puntos de valoración. Ver para creer ante un rival de zona media, pero frágil, muy frágil en defensa. La sombra de Katsikaris. ¿Recuerdan su etapa en Málaga?