El Tenerife devuelve al Unicaja a la realidad

Porque Jaime Fernández y Shermadini hicieron de las suyas. Lideraron la buen actuación de un Tenerife que se puso las pilas después de la advertencia de tres tropiezos en las cuatro jornadas anteriores. Puede que hubiera muchos indicios de que la ley de los ex marcara el choque, con cuatro hombres locales que pertenecieron al Unicaja y todos con peso en la rotación, pero 48 de los 91 del Tenerife, más de la mitad, fueron obra del 'combo' madrileño (23 y con 3/3 en triples) y el pívot georgiano (25, 7 rebotes y 36 de valoración).

Así las cosas, el Unicaja no está matemáticamente en la Copa del Rey de Badalona, con 10-5, y a falta de dos jornadas, porque el Breogán, noveno y próximo rival en el Carpena, tiene un 8-7, pero solamente una hecatombe lo dejaría fuera con su excelente 'basket average' (con +147, el tercero mejor del torneo).

Aunque Brizuela no estaba para saltar a la cancha y hubo que jugar un partido clave mermado, lo cierto es que fue la segunda unidad la que ofreció muchos mejores resultados en el primer tiempo. Inicialmente Kravish tuvo muchos problemas en defensa ante un Shermadini infalible cada vez que levantaba los brazos. Se fue muy pronto a los 16 puntos el georgiano, pero del inquietante 21-12 de los locales se pasó a un parcial de 4-21 entre el final del primer cuarto y el arranque del segundo que dio un giro inesperado al partido.

Sucedió que Shermadini estuvo mejor frenado por Osetkowski y que luego se sentó, y ahí llegó parte de la exhibición cajista, con Barreiro, Carter, un Ejim desatado en ataque y mucho mejor rendimiento en el tiro exterior. El Unicaja estaba dominando claramente el rebote en ese momento (llegó a hacerlo por 18-10 cerca del descanso) y también ganaba nuevas opciones de tiro con capturas en ataque.

En el arranque del segundo cuarto llegaron las primeras rentas para el cuadro malagueño, que iba de menos a más, y la ventaja llegó a expandirse a los nueve puntos (32-41), ante la alarma en el banquillo local, con un Txus Vidorreta leyéndoles la cartilla a los suyos. Con tantos ex del Unicaja en las filas locales parecía claro que el peligro podría estar ahí. Abromaitis se fue al vestuario con una aparatosa brecha en la sien por la que tuvo que recibir muchos puntos de sutura (en una acción fortuita con Salin) y fue Jaime Fernández entonces el que tiró del Lenovo para igualar la pelea, alcanzando ya los 12 puntos al descanso, al que se llegó con 41-46, con 28 puntos del banquillo malagueño.

Pero un 8-0 de parcial de salida de los locales (49-46) en apenas un minuto cambió la dinámica de forma definitiva. El Lenovo Tenerife le puso una marcha más a su intensidad defensiva, cerró líneas de pase a un Unicaja que apenas pudo circular la bola en el ataque estático y aseguró mejor el rebote. Para colmo Osetkowski veía la cuarta falta a tres minutos del final del tercer cuarto y limitaba más a un Unicaja que añoraba a Lima en una noche como la de este domingo.

Al comienzo del cuarto final la renta local se fue a los diez puntos (74-64) e Ibon Navarro probaba con Perry y Díaz juntos en pista para darle más ritmo al equipo y jugar posesiones más cortas ante un rival que busca justo lo contrario. Tuvo varios amagos de reacción el Unicaja, con una buena aportacion de Thomas ahora en ataque y con los triples de Kalinoski y Díaz.

Así, se colocó a tres (83-80) a dos minuto del final y, cuando a 1:10 parecía todo vista para sentencia (87-80), tras un triple malogrado por Kalinoski y una pérdida de Kravish, llegó otra reacción, con cuatro puntos seguidos de Perry (87-84). Quedaban 37 segundos, pero ya el Unicaja no hizo nada bien: anotó Jaime Fernández contra tablero, perdió el balón Kalinoski y castigó Marcelinho una vez más para el 91-84 final.