Sin cumplir ninguno de los objetivos deportivos (jugar Copa, llegar a la Final Four de la Champions, acceder a la fase por el título liguero) ni el mínimo de acabar entre los diez mejores. Hay que remontarse a la temporada 1993-94 (28 años atrás) ... para ver un Unicaja similar, duodécimo. A título individual (quince jugadores usados, si se exceptúa a Vicedo y Saint-Supery, que actuaron muy poco) sólo cabe el suspenso generalizado, con honrosas excepciones, como las de Díaz y Abromaitis. Esto es lo que dejó el uno a uno de la plantilla.
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Aberto Díaz (7) Ptos. (6,4) /Min. (20:41) /Asist. (2,2)/ Val. (7,9)
Son ya algunas temporadas muy castigado a nivel muscular, lo que le está impidiendo alcanzar su mejor tono, pero aún así su trabajo es irreprochable. Tercero en la votación de la ACB al mejor jugador defensivo, que es algo más que su habilidad para provocar faltas. Su presencia aporta identidad al equipo e identificación con los aficionados.
Norris Cole (3) Ptos. (13,4) /Min. (25:29) /Asist. (4,2)/ Val. (10,7)
Su fichaje, tras frustrarse el de Spissu en el reconocimiento médico, no respondió a lo esperado, justo lo que se temía a su llegada, al ser más un escolta tirador que un base director que ayudara a compartir más la bola en ataque, por no hablar de algún incidente extradeportivo que no gustó. Terminó apartado a mitad de enero tras más de una actuación sin una actitud profesional, pese a haber ganado dos anillos en la NBA.
Matt Mooney (4) Ptos. (6,9) /Min. (14:52) /Asist. (2,2)/ Val. (3,5)
Sin experiencia en Europa, ese ha sido uno de sus 'handicaps', además de mostrarse también como un jugador más cómodo actuando de 'dos' que de 'playmaker'. Con un potente tren inferior y una buena mecánica de tiro, su rendimiento ha sido muy irregular, aunque quizás pueda ir a más con más tiempo en la ACB u otras ligas europeas. En Málaga fue de más a menos tras unos ilusionantes partidos iniciales.
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Jaime Fernández (4) Ptos. (10) /Min. (20:13) /Asist. (3)/ Val. (9,8)
Temporada para olvidar la suya, la peor en el Unicaja en todos los aspectos más destacados del juego. Una lesión muscular le tuvo sin jugar en febrero y marzo, y luego se le vio también algo mermado en su rendimiento. Antes tampoco alcanzó su mejor versión, con algún partido sobresaliente, que fue la excepción a la norma, como si la presencia de Cole y Brizuela en la rotación no le permitiera acaparar el protagonismo deseado.
Darío Brizuela (5) Ptos. (13,8) /Min. (22:12) /Asist. (2,3)/ Val. (11,6)
Ha sido el referente anotador en un buen número de partidos, incluso el que aportaba puntos en las peores rachas de ellos, pero más de una vez quedó la sensación de no ser alguien imprescincible, de que el equipo podía rendir bien sin él. Más individualista con Katsikaris, con Navarro ha sabido compartir más el juego y ser más completo.
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Francis Alonso (4) Ptos. (5,9) /Min. (15.12) Rebotes (1,3)/ Val. (5,1)
De los ilusionantes comienzos en la temporada 2020-21 a su realidad actual, sin un futuro claro en la plantilla. Ha pasado a jugar menos y a tener que especializarse más en defensa para justificar su presencia en pista en una rotación con perfiles muy similares. Por ello su anotación ha caído mucho (perdiendo parte de su confianza en el tiro) y no se le han terminado de valorar algunos intangibles, sobre todo en la etapa final de Katsikaris.
Axel Bouteille (2) Ptos. (10) /Min. (22:23) Rebotes (2,5)/ Val. (10)
Por más que haya mostrado cierta mejora en el rebote, ha sido una campaña en la que ha agravado las dudas del curso anterior. No ha sido crucial su actuación para ganar ningún partido. Siendo el jugador con una ficha más alta, por su nivel cuando se le fichó del Bilbao y sin el 'handicap' de las lesiones, se esperaba más de él. Comportamiento frío en la cancha. Precisaba un protagonismo en minutos difícil ante el perfil de la plantilla.
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Jonathan Barreiro (4) Ptos. (6,1) /Min. (18:27) Rebotes (2,8)/ Val. (5,1)
Sufrió mucho en la etapa de Katsikaris alternando los puestos de 'tres' y de 'cuatro', pero se le vio mas cómodo a las órdenes de Ibon Navarro en el rol de alero más físico. Dicho esto, su temporada ha sido decepcionante en relación a las expectativas, con muy poca confianza y tino en el tiro y fiándolo todo a su papel defensivo. Tuvo alguna tarde más destacada, pero no fue la tónica dominante del curso.
Tim Abromaitis (7) Ptos. (8,8) /Min. (22:16) Rebotes (4,5)/ Val. (11,4)
En una temporada en la que ha dejado de ocupar cupo de extranjero, lo que aumenta su cotización, ha sido el mejor del Unicaja y el más regular. Sus cifras partido a partido lo demuestran. Fue el líder silencioso, sin llamar mucho la atención, pero con unas estadísticas irrefutables y sumando en casi todos los capítulos en la mayoría de encuentros, de ahí que se le echara en falta, con una fractura múltiple de pómulo, cerca del final de la campaña. Ratifica las buenas sensaciones dejadas ya en el curso anterior y tiene visos de continuar.
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Carlos Suárez (3) Ptos. (2,9) /Min. (9:53) Rebotes (2,2)/ Val. (4,9)
Tras una pésima temporada 2021-22, casi sin poder jugar por las lesiones musculares, la que acaba de terminar ha sido más de lo mismo, en lo que va a ser una gris despedida a un largo ciclo de nueve años en Málaga, donde ha hecho historia en varios capítulos estadísticos. Su estado físico no le ha permitido estar al nivel deseado cada vez que estuvo recuperado. Fue una lástima, porque su buen entendimiento del juego y su experiencia podían haber sumado mucho en periodos críticos del año y en algunas citas.
Cameron Oliver (4) Ptos. (8,6) /Min. (20:24)/ Rebotes (5,2)/ Val. (8,6)
Llegado al Unicaja a finales de febrero para fortalecer el juego interior, como a Mooney le ha pesado su escaso conocimiento del baloncesto en Europa. Su enorme potencial para anotar y rebotear se ha visto mermado por errores en la toma de decisiones a veces frustrantes y ha sufrido mucho en defensa ante determinados jugadores de la ACB. En frío sus números no son del todo malos, pero no le han servido al Unicaja para enderezar su rumbo en la competición.
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Yannick Nzosa (2) Ptos. (2,3) /Min. (11:07) Rebotes (2)/ Val. (1,8)
Pese a que se conoció hace semanas que se ha presentado al Draft de la NBA, su temporada ha sido de clara involución tras lo esbozado el curso anterior, el de una impresionante aparición en el baloncesto español y europeo. Su precocidad batía récords entonces, y su juventud permite cierta indulgencia en las críticas. Se ha pasado a autoexigir más de los debido en el trabajo diario, y eso le ha pesado en la cancha, donde apenas ha podido aportar intimidación y puntos en toda la temporada. Con Navarro pasó a jugar de 'cuatro' y tampoco se le vio cómodo.
Rubén Guerrero (3) Ptos. (3,1) /Min. (12:57) Rebotes (3,5)/ Val. (4,5)
Termina su tercera temporada completa en el Unicaja con la sensación de que no termina de explotar ni de progresar, tanto en ataque, donde muchas veces no ataca el aro con decisión, como en defensa, aspecto en el que ha sufrido de lo lindo ante muchas 'torres' rivales, aunque ha tenido días más que aceptables. Sin que esté resuelto su futuro en Málaga (quizás como quinto pívot), es un perfil de jugador que escasea en la ACB (por su condición de cupo y su altura), lo que podría servirle para encontrar ofertas este verano. De hecho, estuvo cerca de irse cedido al Betis a mitad de campaña.
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Dejan Kravic (4) Ptos. (6,7) /Min. (19:06) Rebotes (5,9)/ Val. (10,2)
Fichado a raíz de la lesión de gravedad de Eric, contaba con el aval de la experiencia en la Liga Endesa (Obradoiro y Burgos), lo que implicaba una más sencilla adaptación pero ha mostrado carencias en estos meses en el Unicaja. No tanto en lo que tiene que ver con el rebote, como sí en la capacidad para defender a pívots rivales y en la faceta anotadora, uno de los argumentos para su contratación, de urgencia. Esto hace pensar que tampoco seguirá en Málaga.
Michael Eric (4) Ptos. (8,2) /Min. (19:46) Rebotes (5,5)/ Val. (9,3)
Con experiencia en clubes de la Euroliga y con un nivel aseado en el Baskonia, el Unicaja pensó en él para darle vigor a su juego interior, pero a la postre la apuesta salió rana, mermado por las secuelas de un positivo por Covid-19 que le impidió ir a los Juegos Olímpicos con Nigeria. Como explicó Katsiskaris, el estadounidense, se mostraba falto de fuelle para correr de lado a lado de la pista muchas veces seguidas. Esto mermó claramente su rendimiento antes de caer lesionado de gravedad (rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha) en una acción ante el Cluj en la Champions, a finales de febrero.
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