El Unicaja supera al Río Breogán y mete presión al Madrid (65-76)

El comienzo del partido fue un despropósito como toda la primera parte. El Breogán justificó su mala situación en la Liga con un carrusel de pérdidas que mantuvo durante veinte minutos. Fue un milagro la igualdad que presidió el choque, porque la realidad es que tampoco el Unicaja estuvo brillante. Los ataques lentos y erráticos del rival permitieron al equipo malagueño tener unas primeras rentas cómodas. Osetkowski, como en los últimos partidos, lo metía todo. Pero después de cinco minutos, el marcador era de 2-8, lo que da una idea del pobre espectáculo que ofrecían los dos equipos. El Breogán se repuso porque encontró un filón en el rebote ofensivo y porque metió sus primeros triples después de siete fallos. El parcial de los locales fue de 11-2. Fue una buena reacción, pero de nuevo empezó a perder balones y el Unicaja lo aprovechó para recuperarse y cerrar el primer cuarto por delante (13-17).

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Salió Rob Gray a la pista. El estadounidense es el fichaje más importante de los gallegos para tratar de evitar el descenso, pero no se enteró de nada y, lo peor, pasaba de todo. Perdió dos balones y en lugar de bajar a defender se quedó protestando. Mrsic tuvo que sentarlo porque era un boquete en defensa y en ataque. El croata mandó a su equipo a defender en zona y esto le generó problemas al Unicaja, que no anotaba y, lo peor, seguía teniendo un agujero enorme en el rebote defensivo. Juan Fernández, Jogela y Nakic anotaron tras rechaces. Los gallegos se ponían por delante con un parcial de 8-0 (21-20). El conjunto malagueño necesitaba otro aire en ataque y lo puso Tyson Carter. Él y Ejim recuperaron el mando del choque, pero como el problema del rebote se mantenía, el encuentro, muy feo y lento, llegó igualado al descanso (33-34).

El Unicaja, que sólo había metido tres triples de 16 intentos en la primera mitad, encontró al fin la puntería desde la larga distancia. El tirador fue Tyson Carter, excelso en el arranque de la segunda mitad con ocho puntos casi seguidos. El Breogán aguantaba por momentos, pero sufriendo un gran desgaste en forma de faltas personales. La cuarta le cayó a Nakic, su mejor jugador, y ahí empezó a perder fuelle el equipo gallego. Mientras, el Unicaja seguía de dulce desde la línea de tres. El quinto acierto en el tercer cuarto, este de Osetkowski, puso ya una renta de doce puntos (42-54) y empezó a decantar el encuentro del lado cajista.

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Quedaban diez minutos, pero no daba la impresión de que el Breogán pudiese recomponerse. El Unicaja seguía sólido y su segunda unidad era muy superior a la de un rival que, además, acusaba la baja de Sajus, su mejor jugador interior. Taylor, Thomas y, especialmente, Kalinoski con dos buenos triples, fueron consolidando ya la renta malagueña mientras el reloj avanzaba. No acusó el equipo de Ibon Navarro el mal partido de Perry, eliminado después de una técnica. El estadounidense atraviesa por un evidente bache de juego, algo normal porque imposible mantener el sensacional ritmo que ha tenido durante toda la temporada. No hizo falta Perry para cerrar el partido. Sus compañeros se fueron creciendo a medida que la presión desfiguraba más todavía el juego de un rival sin acierto y precipitado.