El Unicaja sobrevive a un pésimo final y gana con una canasta de Brizuela

El Unicaja repitió el comienzo de partido del pasado martes ante el Barcelona. Frío, sin tensión y blanco en defensa permitió que el Obradoiro se liberase de cualquier presión logrando canastas muy fáciles en los primeros minutos. Robertson fue un quebradero de cabeza desde el primer minuto con su acierto exterior. Ni Alonso ni Brizuela pudieron contenerlo. Su combinación con Enoch abrió una brecha preocupante en el marcador a las primeras de cambio (19-9). Brizuela reactivó algo el ataque, pero seguía permitiendo canasta tras canasta del escolta del equipo gallego y Katsikaris tuvo que recomponer una y otra vez su quinteto a la búsqueda de soluciones. En siete minutos desfilaron por la pista los tres cincos del equipo (Thomas, Nzosa y Guerrero), pero ninguno de ellos pudo con Enoch. Al menos el primero de ellos sí que produjo algo en ataque y evitó una desventaja mayor al final del primer cuarto (26-20).

El juego del Unicaja era poco elaborado, sólo dos asistencias, hasta que Jaime Fernández cogió las riendas del juego en el segundo cuarto. El madrileño ejerció más como escolta, pero también dio un buen par de pases que Thomas convirtió en canasta. Con un parcial de 0-8, el equipo malagueño igualaba el choque a 30 a los quince minutos. Aprovechó eso sí que Enoch y Robertson no estaban en la pista. Aunque ambos volvieron, la tendencia del choque había cambiado. La defensa del cuadro cajista era más sólida con Abromaitis y Thomas haciendo un buen trabajo. El ala-pívot hacía un trabajo muy serio, pues también anotó canastas de calidad. Con ese evidente paso adelante, el Unicaja llegó al descanso ganando 40-41 a pesar de un calamitoso 4/17 en lanzamientos de tres puntos.

Precisamente esto último fue lo que cambió en el arranque de la segunda parte, porque el equipo cajista empezó a anotar de tres. Bouteille arregló el pésimo porcentaje en los triples con un par de aciertos. Lo cierto es que el Obradoiro lo ponía fácil con un carrusel de pérdidas. En el minuto 15 el Unicaja ganaba 49-54 y tuvo varias opciones para ampliar su renta, pero se precipitó. En el equipo gallego de nuevo Robertson y Enoch mantenían el pulso (60-62).

Con los locales haciendo la goma, el Unicaja volvió a dar un estirón con dos triples más de Díaz y Brizuela ante un rival que seguía desnortado (66-73), pero como pasó antes, el equipo de Katsikaris no acertaba a cerrar el partido y seguía dando vida a un rival que, aunque limitado, seguía creyendo en la victoria. Unos minutos de calidad de Bouteille parecieron sentenciar el choque. Quedaba 1:47 para el final y el Unicaja ganaba 74-83. Estaba vez sí que parecía definitivo, pero no fue así. La gestión de ese tiempo por parte del equipo malagueño fue nefasta. Encajó un parcial de 9-0 y el veterano Oliver igualó el choque con dos segundos y medio jugar. El partido parecía abocado a la prórroga, pero Brizuela se levantó y ejecutó al cuadro gallego con un tiro ganador.