El Unicaja sigue igual

Desde el arranque del encuentro, el cuadro rumano tomó el mando y el conjunto local resistía solo gracias a Francis Alonso, aunque el malagueño tuvo que irse pronto al banquillo con dos faltas personales. Ambos equipos tenían el juego de perímetro como base de sus ataques respectivos, aunque en ritmo, defensa y rebote parecía más activo el equipo visitante. Al Unicaja le costaba mucho anotar, pero mediado el segundo cuarto, una mejora notable en el triple acompañada de mayor aportación del juego interior le permitió llegar al descanso solo dos puntos por detrás.

Tras la pausa, el Unicaja se limitaba al juego exterior, y su rival, con más tiros cerca del aro, recuperó su ventaja. Otra consecuencia negativa de estos planteamientos era que los jugadores visitantes, amenazados con faltas personales, se mantenían en el juego. Lamentablemente, la lesión de Eric radicalizó estos problemas. Con todo a favor del cuadro rumano, Katsikaris se quedó con tres 'pequeños' y su equipo entró en el último cuarto 9 puntos por detrás, tras anotar solo 14 en el tercer período. En el cuarto decisivo todo quedaba en manos de Bouteille, aunque era Alonso quien mantenía a su equipo y bordaba el juego en ambos lados del campo. Sin embargo, remontar solo a base de triples y sin una defensa intensa y arriesgada es casi imposible. Terminado el encuentro, resulta necesario valorar esta derrota en casa, que condicionará negativamente la trayectoria del equipo malagueño en una liguilla de solo cuatro equipos.