El Unicaja apuesta por la continuidad de todo su cuerpo técnico

En este sentido, esta temporada se han producido situaciones que confirmaban la confianza también del club en los entrenadores que rodean al técnico del primer equipo. Cuando se prescindió de Fotis Katsikaris fue Ángel Sánchez Cañete el que asumió la dirección del Unicaja en aquel partido jugado en Ucrania contra el Prometey. El paleño renovó el pasado verano por dos campañas, por lo que tiene contrato en vigor. Por su parte, Paco Aurioles, también cuenta con el respaldo total del club y de Navarro a su labor y continuará pues tiene contrato en vigor. Los dos técnicos malagueños están estos días al frente de los jóvenes que está realizando trabajo de postemporada. De ese grupo, más algún refuerzo que llegue, saldrá el equipo que la próxima temporada competirá en la LEB Plata.

El último en llegar a la disciplina cajista fue Alberto Miranda, en su caso por petición expresa de Fotis Katsikaris. Podría parecer que con la salida del griego su posición estaba en peligro, pero también trabajó con Ibon Navarro en su etapa en el UCAM Murcia y ahora seguirá en el Unicaja, según indicaron fuentes del club malagueño. Es más, Miranda fue asistente del vasco durante más tiempo del que trabajó con Katsikaris y su entendimiento es total.

También acaba contrato el preparador físico Marcos Cerveró, que volvió a Málaga después de una amplia etapa en el baloncesto extranjero. El malagueño finalizó su vinculación en mayo, pero ya se le ha comunicado que renovará y la próxima semana está previsto que firme su nuevo contrato. Su caso es calcado al del fisioterapeuta canario Javier Guerra, que llegó al Unicaja procedente del Gran Canaria. El recuperador completará el área de salud del equipo junto a los médicos José Nogales y Miguel Martos, además del fisioterapeuta Mario Bárbara. Del mismo modo, Diego Ruiz, también continuará como responsable del material.