El Unicaja recupera la configuración con la que afrontará el exigente final de Liga

Para esta semana Fotis Katsikaris podrá contar con dos jugadores claves para la idea de equipo que tiene en su cabeza: Gal Mekel y Carlos Suárez. El base volverá a ejercitarse con normalidad tras un calvario de lesiones y tras las complicaciones que sufrió por el coronavirus. Dos roturas de fibras, una operación en la mano izquierda y un trombo pulmonar tras contagiarse de COVID-19 en Navidad lo han llevado a disputar sólo ocho de los 39 partidos que han jugado sus compañeros hasta el momento. Sus apariciones han sido contadas y han trastocado por completo la dirección del equipo, tanto en la etapa de Casimiro como ahora con Katsikaris debido a los reajustes e incluso fichajes poco productivos que se realizaron, caso de Ferrari.

La idea de Katsikaris era la de solicitar al club la contratación de un base, pues considera que Jaime Fernández es más escolta. El técnico quería a un jugador con capacidad para jugar acciones de bloqueo y continuación y así se pronunció incluso de forma pública cuando en alguna ocasión solicitó dos refuerzos nada más llegar a Málaga. El Unicaja se planteó la posibilidad de cortar a Gal Mekel y acudir al mercado por un refuerzo. Se le planteó la rescisión como hizo con Milosavljevic, ante la larga baja que tenía que afrontar por el trombo pulmonar. Sin embargo, aquella idea se aparcó, tal y como confirmó el agente del jugador a SUR en su día. Mekel contactó con un especialista de su país que restó gravedad a su dolencia y por eso se le ha esperado. Es un jugador que se ajusta exactamente a lo que demandaba Katsikaris.

El internacional israelí lleva ya algunos días entrenando con sus compañeros y será esta semana cuando se integre de forma definitiva en la rutina de trabajo participando en los ejercicios con contacto. Está por ver todavía si disfruta de algunos minutos en el partido contra el Mónaco (martes, 19.00 horas, DAZN), pero es seguro que jugará ante el Gran Canaria.

Para el final de la semana se espera a Carlos Suárez. El madrileño es otro jugador muy castigado por las lesiones, todas musculares y en la misma zona, el gemelo, esta campaña. Se ha perdido 17 partidos, que seguramente serán 18 pues es difícil que esté ante el Mónaco. La idea es que ya esté integrado con sus compañeros el jueves o el viernes. En su caso los plazos son más justos después de resentirse de una rotura de fibras en el partido contra el Barcelona en la Copa del Rey.

Ellos dos, junto al último fichaje cajista, Malcolm Thomas completan la rotación definitiva con la que el Unicaja deberá jugarse la presencia en la fase por el título. El cuadro malagueño podrá permitirse pocos tropiezos si quiere estar en el 'play-off', pues la clasificación del octavo al duodécimo está comprimida.