El Unicaja reaccionó cuando el rival lo llevó al límite

El inicio del partido fue un quebradero de cabeza para los locales. El Granada arrancó con eficacia en ataque, castigando la defensa del Unicaja en el 'pick and roll' y anotando prácticamente en cada posesión. Rubén Guerrero dominaba en la pintura mientras Tillie mantenía a los suyos con puntos clave saliendo desde el banquillo a pesar de la intimidación de Ndiaye que le puso hasta tres tapones. La alternancia defensiva visitante, el dominio en el rebote, el magnífico trabajo de Ubal y Noua en la anotación en la primera parte llevaron al Granada a una renta de cinco puntos al descanso contra un Unicaja impreciso en ataque, sin poder correr y con bajos porcentajes en la pintura.

El tercer cuarto supuso el punto de inflexión. Perry rompía a campo abierto, pero el Granada seguía imponiendo su ritmo con Bamforth como referente ofensivo y la aportación de un magnífico Ndiaye. Sin embargo, cuando los visitantes alcanzaron su máxima ventaja (+12, 52-64), Unicaja reaccionó con un torrente defensivo liderado por Alberto Díaz y la aparición de Osetkowski y Tillie desde el triple.

El último cuarto pareció de otro partido. El Unicaja subió líneas en defensa, empezó a correr y, con un vendaval de triples, acabó asfixiando a un Granada que se quedó sin respuesta. Taylor puso la puntilla con un triple que volteó el marcador, y a partir de ahí, los de Ibón Navarro se dispararon hasta una diferencia insalvable. Tillie firmó un partido sobresaliente en anotación, Perry aportó energía mientras que Alberto Díaz cambió el encuentro con su intensidad. Unicaja sufrió, pero encontró el remedio a tiempo: defensa, velocidad y acierto exterior para acabar sumando un triunfo contundente.