«El Unicaja quiere que siga aquí; puede ser beneficioso para las dos partes»

–Temporada de locura para usted. Comenzó en Italia y allí se canceló la temporada. Vino a España y pasó lo mismo. Dos meses confinado y ahora a jugar.

–Exacto. Ha sido una locura. Cuando dejé Italia el coronavirus ya estaba allí y la Liga se suspendió. Cuando el Unicaja me llamó fue una decisión fácil para mí. No me lo pensé dos veces para venir a un equipo como este para pelear por títulos y entrenar con un técnico al que conozco. Pero llego el coronavirus y se paró todo. Ha sido vivir aquí dos meses solo sin mi mujer y mi bebé, pero ahora estoy deseando competir y hacerlo lo mejor posible.

–¿Qué ha sido lo más duro de esa soledad?

–Estar solo sin la gente a la que quieres. Tengo un bebé y la última vez que lo vi fue en febrero cuando jugué con mi selección en Israel. Como el coronavirus estaba ya en Italia decidimos que la familia se quedase en mi país. Esperábamos poder reunirnos en España y estábamos felices por venir a Málaga, pero todo fue imposible. Ha sido duro, muy duro estar sin ellos, pero muchas personas habrán pasado por esta situación. Ahora parece que todo va mejorando.

–¿En algún momento pensó en regresar a Israel?

–En esos momentos duros se te pasan muchas cosas por la cabeza, es normal. Pero soy un profesional y este es mi trabajo. Gracias a Dios estamos sanos. Hacer lo que te gusta y que te paguen por ello es un privilegio. Ha sido duro estar dentro de cuatro paredes todo ese tiempo. Traté de aprovechar el tiempo. El club nos trajo material para entrenar y nos cuidó trayéndonos comida cada día. He visto películas, algo de lectura y he tratado de aprender un poco de español.

–Hace un mes esto parecía imposible, pero ahora está en Valencia preparado para competir. ¿Qué nivel de baloncesto se vera después de lo que ha pasado?

–Es una buena pregunta, porque hemos asistido a algo inédito. En dos meses casi que no nos hemos movido. Pero la transición ha sido buena y siento que estamos en la buena dirección. Creo en mi equipo. Tenemos talento y balance en todas las posiciones y competiremos. Esto será como una competición de selecciones, con muchos partidos en poco tiempo. Tenemos buena mentalidad. Si nos mantenemos sanos y nos recuperamos bien después de los partidos, podremos hacer algo importante.

–¿Tiene miedo a un posible contagio? ¿Cómo vivieron la situación de Francis Alonso?

–Nos han tratado con el máximo rigor, con test cada dos días. Cuando pasó lo de Francis, suspendimos los entrenamientos y se comprobó que todo estaba bien. Francis dio negativo durante mucho tiempo, es raro porque no es contagioso. Nos sentimos seguros y lo sentimos por él porque no ha podido seguir con nosotros. En Valencia no tengo miedo. Es algo que puede pasar, claro, pero si vienes aquí es para jugar, sabes lo que hay. Creo que la salud es lo primero para nuestro club y la liga. Creo en ellos y sólo me preocupo por jugar al baloncesto.

–Sólo jugó un partido con el Unicaja y sus prestaciones fueron muy buenas. ¿Lo que se vio con el Joventut es lo que se verá en las próximas dos semanas?

–Eso espero. Ese es tipo de jugador que soy. Soy un verdadero base, lo que se dice un base puro, clásico. Trato de hacer lo que el equipo necesita para funcionar y eso es lo que se le pide a un jugador de mi perfil. Tenemos un buen balance en el equipo conmigo y Alberto. Trato de poner lo mejor de mí al servicio del equipo. En los entrenamientos he tratado de ver lo que necesita el equipo y eso hago en los partidos: ayudar en defensa, organizar bien los ataques, también anotar. El gran objetivo es ganar y pelear por títulos, algo que hecho en mi carrera y lo que quiero para el Unicaja.

–Bases puros no quedan muchos en el baloncesto actual. Ahora se estila mucho eso de los 'combos'.

–Estoy de acuerdo. Hay quien busca jugo rápido, anotadores como al estilo de la NBA. Pero pienso que en el baloncesto europeo, tienes que tener dos tipos que te manejen bien al equipo y que te aseguren que va en la dirección correcta en cada momento del partido.

–Compartirá posición con Alberto, que también es un base muy de su perfil. ¿Qué le ha parecido?

–Lo primero, una gran persona. Esto para mí es más importante que sus cualidades como jugador. Viene desde la base del Unicaja y es un ejemplo para los niños de Málaga. Si trabajas por tus sueños, puedes conseguirlo. Creo que formamos una buena pareja para manejar al equipo.

–Y con sólo un partido jugado, el Unicaja ya quiere que usted se quede la próxima temporada. El club ya ha hablado con su agente. Es una buena oportunidad para usted.

–Sí, efectivamente. Sé que ellos ya han hablando con Misko (Raznatovic). Yo también he hablado con Manolo Rubia y le he dicho que estaría encantado de seguir aquí en Málaga. Creo que es beneficioso para las dos partes. Me ha encantado la ciudad el club. Mire, yo he estado en muchos equipos, también en la NBA y puedo asegurar que la organización del Unicaja es de un altísimo nivel. Ellos cuidan de los jugadores y son buenas personas, gente honesta. Esta es la clave del éxito para una empresa. Me veo aquí con mi familia, en un sitio fantástico, y a nivel profesional, el Unicaja es un equipo que siempre compite. No somos el Real Madrid o el Barcelona, pero cada año es candidato a ganar la Eurocup y pelear por la Euroliga, también en la Copa del Rey y dar guerra en la Liga. Quiero ser parte de un club así y ayudar.

–Usted ha trabajado con los dos últimos entrenadores que ha tenido el Unicaja, Joan Plaza y Luis Casimiro. ¿Son muy diferentes?

–Tengo que decir que respeto mucho el estilo de los entrenadores españoles. En cierto modo son parecidos y en otras cosas son diferentes por cómo manejan sus equipos. He estado con muchos entrenadores, pero si un jugador quiere estar cerca del baloncesto de élite, tienes que trabajar con entrenadores españoles.

–Hablando de españoles, en el Unicaja se ha encontrado con un grupo importante de jugadores nacionales. ¿Ayuda esto a un jugador extranjero?

–Contar con muchos españoles es una gran ventaja, además los nuestros son muy importantes, de nivel de selección. Esta es una de las debilidades de la Liga de mi país (Israel), porque no ponen mucho interés en los jugadores nacionales. Esta es la razón por la que España ha construido un imperio en el mundo del baloncesto y de ahí viene su dominio mundial.