Saint-Supery, ante una nueva encrucijada para su progresión

El principal de todos es si estaría dispuesto a un segundo curso jugando menos minutos de lo que debiera un joven de su edad. En efecto: pasó casi del todo a la nada, de una campaña, la 2021-22 en la que se fue casi a los 70 partidos, al estar en los campeonatos cadete y júnior andaluces y nacional, en el EBA del club o en el Europeo sub-16, a jugar sólo diecisiete choques en la 2022-23 con un número considerable de minutos, descontando así las participaciones de cinco o menos.

La cifra se desglosa en una decena de choques con el EBA al inicio del curso, cuatro en Hospitalet y uno en Huelva ante el Barça, estos en campeonatos júnior, y dos con el primer equipo cajista: en el 69-101 en la pista del Covirán Granada (jornada vigésima sexta de la Liga), con 15:17 minutos, pero con un 1/6 en tiros de campo y -4 de valoración, y en el 99-88 al Limoges en Champions, con 12 minutos, 3 puntos, 1 asistencia y 6 puntos de valoración.

En el resto de citas (ocho más en la Liga y otras dos en la BCL) a las órdenes de Ibon Navarro nunca alcanzó los cinco minutos y en ocasiones se limitó a estar segundos en la pista, cuando se aprovechó de ausencias en la rotación por lesiones.

Sin embargo, el Unicaja se prepara para otra temporada con la misma plantilla, pendiente de oficializar la continuidad de Carter y a la espera de un acuerdo con Will Thomas. De ser así, serían doce profesionales, trece en realidad con Lima, al que se espera ya activo para los últmos meses de este año, tras una grave lesión de rodilla. En todo caso, sin Thomas sería muy probable el fichaje de un ala-pívot.

Así las cosas, ¿cuál podría ser el rol de Saint-Supery? Uno muy parecido al de estos últimos meses. El 'combo' rinconero podría beneficiarse de una maduración superior a la de canteranos de su edad, y ocupar huecos cuando haya ausencias de bases o escoltas en la rotación.

Ante su segundo año como júnior, el jugador no tiene firmado ningún contrato con el Unicaja, con lo que podría ser objeto de ofertas. Este es un problema que se puede agravar si destaca en el Europeo sub-18 con España, torneo del 22 al 30 de julio en Nis (Serbia), con Italia, Grecia y Dinamarca como rivales de la primera fase y en el que su presencia es oficiosa, a falta de que se oficalice la convocatoria en los próximos días. Tras ser el MVP del Europeo sub-16 el pasado verano, ahora sube dos peldaños al jugar con parte de la hornada que fue subcampeona en el Mundial sub-17 en Málaga hace un año.

Otra posibilidad es que el base fuera cedido por el Unicaja la próxima campaña a un equipo de LEB Oro o LEB Plata, descartada hace meses la posibilidad de formar un conjunto propio que hiciera de filial y se constituyera en un escalón intermedio ideal para sus canteranos.

Mientras, la puerta de que Saint-Supery acudiese a una universidad norteamericana y continuara allí su formación cada vez es más improbable, como asevera el entorno del jugador. El malagueño está terminando 1º de Bachiller en el IPEP (un sistema de enseñanza a distancia) y se prepara para el último curso, el que sería el año previo al salto a la NCAA.

Hay que recordar que Saint-Supery fue el debutante más joven de la historia del Unicaja (lo hizo en la Champions ante el Oostende, con sólo 15 años, 11 meses y 2 días) y, tres días después, el quinto más precoz de siempre de la Liga ACB, cuando jugó en la cancha del Obradoiro.