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El Unicaja echará el cierre la próxima semana a uno de los peores años de su historia en lo que a lesiones se refiere. ... Han sido doce meses plagados de contratiempos físicos, y eso que la crisis del coronavirus canceló lo que quedaba de la temporada pasada. Sin duda, el goteo incesante de lesiones, muchas de ellas graves, ha condicionado y condicionan el rendimiento del equipo y han obligado al club a desembolsos económico imprevistos que también se han dejado sentir en las finanzas de la entidad.
Se puede decir que no ha habido tregua con al menos 17 lesiones de consideración con al menos un mes de baja para los afectados. El año comenzó con los problemas de Melvin Ejim (rotura en el sóleo, seis semanas de baja) y Frank Elegar (esguince de tobillo, un mes de baja) y continuó con un mes de febrero nefasto. El esfuerzo en la Copa del Rey fue demoledor con cinco lesionados: Alberto Díaz ( rotura en el isquiotibial de la pierna izquierda, un mes de baja, y no volvió a jugar), Carlos Suárez (dedo anular roto y no volvió a tocar balón hasta abril), Jaime Fernández (operado de los dos talones en mayo, ocho meses de baja), Toupane (rotura del tendón de Aquiles, cuatro meses de baja y no volvió a jugar con el equipo) y Ejim (recaída de la lesión muscular).
No quedó ahí la cosa, pues en el primer partido tras la Copa, Josh Adams sufrió un esguince de tobillo ante el Joventut. El base esquivó el quirófano de milagro y se recuperó de la lesión durante el confinamiento.
Cuando se reanudó la competición con la Fase Final de Valencia, el equipo era nuevo, con las incorporaciones de Brizuela, Bouteille, Mekel y Simonovic. Ahí no hubo contratiempos importantes, pero la mala suerte persistía.
Cuando arrancó la pretemporada, Carlos Suárez se lesionó en el gemelo, un mes de baja por una rotura de fibras. En octubre cayó Gal Mekel con otra rotura, en su caso en el aductor de la pierna izquierda, tardó dos meses en volver porque recayó. También en noviembre y un mes después de volver a las pistas tras su doble operación en los talones, Jaime Fernández se rompió en el aductor izquierdo, un mes de baja.
El Unicaja se quedó sin bases cuando también cayó Alberto Díaz, la lesión más grave de la actual temporada. El malagueño sufrió una rotura de fibras en el izquiotibial de la pierna derecha y no volverá hasta febrero. Parecía que la situación mejoraba algo cuando a comienzos de este mes Mekel volvió a estar operativo, pero en el primer partido se sufrió una rotura del segundo metacarpiano de la mano izquierda: dos meses de baja.
El Unicaja se vio obligado entonces a contratar a Frankie Ferrari como refuerzo temporal ante la plaga de lesiones. El equipo enfilaba el año con buenas sensaciones a pesar de todo, pero esta semana trascendía otra mala noticia. Suárez sufría otra rotura en el gemelo y estará seis semanas de baja. Como se puede comprobar, el 2020 ha sido demoledor en el capítulo de lesiones y ojo porque todavía quedan el partido de este domingo ante el Bilbao y el del próximo martes contra el Betis. Ahí se jugará el Unicaja su presencia en la Copa del Rey, el torneo en el que comenzaron sus males en el apartado físico.
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