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Salvador Salas
Unicaja 86-95 Joventut

El Unicaja pierde contra el Joventut y también hipoteca la Eurocup

El equipo que dirige Casimiro firmó un final de partido caótico, volvió a recibir más de noventa puntos (86-95) y se vio superado por la intensidad del Joventut

Miércoles, 13 de enero 2021

El Unicaja es un equipo desquiciado. El conjunto malagueño extendió la crisis que vive en la ACB a la Eurocup al perder contra el Joventut por 86-95. A pesar de que en los días previos al choque se insistió por activa y ... por pasiva que no se podía fallar en casa, el Unicaja volvió a diluirse en un final de partido caótico en el que volvió a verse superado por la intensidad mejor juego de su rival. Es la quinta derrota seguida en casa, pero más allá de eso, la sensación que existe es la de un equipo descompuesto, con pocos argumentos y con nula capacidad para competir cuando los partidos se endurecen, como reflejan los 95 puntos recibidos (otra vez). La derrota ante el Joventut lo pone contra las cuerdas y afrontará el choque del próximo martes en Mónaco con la obligación de ganar para no enterrar sus opciones en el torneo.

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El encuentro comenzó con un Unicaja contra Tomic. El pívot croata monopolizó la producción ofensiva del Joventut en el primer cuarto. No hubo manera de pararlo pese a los esfuerzos de la defensa malagueña. A pesar de que cada balón que recibía acababa en canasta, el Unicaja no se descompuso. Atacó con tranquilidad y mostrando más equilibrio en el juego que su rival. Sacó partido de los rebotes ofensivos y de los despistes defensivos de su rival para anotar también por dentro y con Brizuela, ayer titular, por fuera. El partido tenía alternancias constantes y mucho ritmo, casi sin interrupciones. Sólo los dos triples de Waczynski, los dos únicos del partido hasta el momento, rompieron la igualdad (24-18, min.10).

Se sentó Tomic y el Unicaja no pudo respirar tranquilo porque Brodziansky recogió su testigo. El eslovaco castigó al Unicaja con su polivalencia y el Joventut enjugó rápidamente la renta local. Los dos equipos se olvidaron completamente de defender y el ritmo seguía altísimo, lo que beneficiaba el estilo del Unicaja que seguía mandando con su control del rebote y algún triple, que fue precisamente lo que le faltó a si rival. El conjunto de Casimiro diversificó mejor su anotación, también haciendo daño con sus pívots, y con Waczynski como más destacado. El alero fue protagonista en la primera parte. Es llamativo la transformación de algunos jugadores cuando saben que van a tener continuidad. Con Bouteille lesionado, el polaco estuvo brillante.

Visto lo visto en la primera parte (49-43), las opciones del Unicaja pasaban por tener la misma continuidad y tratar de minimizar el daño que le estaba haciendo Tomic (16 puntos en 16 minutos).

La ausencia del croata en el arranque de la segunda parte favoreció este planteamiento. El Unicaja mejoró atrás y en ataque Thompson y Waczynski permitieron rentas de hasta 12 puntos (63-51, min.25). En ese momento Tomic y Dimitrijevic volvieron al partido y todo cambió. La atención de la defensa local sobre el primero y la buena dirección del segundo, permitieron canastas fáciles de sus compañeros con un parcial de 0-10. El partido volvía a estar en un puño (68-66) con diez minutos por delante.

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Llegó el momento de la verdad y al Unicaja le temblaron las piernas. El Joventut, con mucha más intensidad defensiva, lo frenó en seco. Otro parcial en contra propició el primer estirón del equipo catalán (72-79, min, 34). Con el rival camino de los 90 puntos, Casimiro recurrió a Nzosa en un intento de cambiar la dinámica del partido, pero el congoleño no fue el salvador. El final del partido del Unicaja volvió a ser un caos con Brizuela contra el mundo tomando malas decisiones y con la victoria volando hacia Badalona.

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