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Dragan Milosavljevic volverá a estar a disposición de Luis Casimiro la próxima semana. El jugador serbio tiene el alta médica desde hace unos días, de ahí que comenzase a entrenarse con sus compañeros de forma progresiva con la idea de volver a las pistas en cuanto surja la oportunidad y el entrenador lo considere oportuno. Su caso es muy especial porque hace año y medio que no juega un partido oficial desde que el 16 de agosto de 2019 cayó lesionado en Atenas durante un encuentro amistoso entre Serbia y Turquía de preparación para el Mundial de China.
Precisamente esto generó una situación muy particular con el internacional serbio, pues en caso de lesiones en encuentros de selecciones, los jugadores están cubiertos por un seguro de la FIBA. Antes de lesionarse, Milosavljevic renovó dos temporadas con el Unicaja rechazando ofertas incluso de clubes de la Euroliga. Desde que cayó lesionado, el Unicaja se ha hecho cargo de sus emolumentos, pero ahora llega el momento de 'poner la mano' y que la FIBA desembolse el dinero que el jugador le ha costado al club.
Pero claro, donde está la ley está la trampa. La Federación Internacional establece una particular formula en su seguro que no cubre la totalidad del salario y que claramente perjudica a los clubes. En este caso, el Unicaja perdió un jugador muy importante, tuvo que fichar un recambio (Axel Toupane), pagar a ambos y ahora, sólo se le reembolsará una parte del salario de Milosalvjevic.
El cálculo es el siguiente. Para empezar, se establece un periodo de 21 días que se denominan de carencia en los que es el club el que tiene que pagar al jugador desde que se produce la lesión y que finalizó el 21 de septiembre de 2019 en el caso del alero serbio.
El salario del jugador se divide entre 365 días para obtener su sueldo diario. La cantidad obtenida se multiplica por los días de baja. Si Milosavljevic ha estado lesionado dieciséis meses son 480 días más o menos, que hay que multiplicarlos por lo que cobra al día para obtener el dinero que ha percibido durante el tiempo de baja. Al total de días lesionado hay que restarle aquel periodo de carencia (21 días) que debe asumir el club también multiplicado por el salario diario, aunque en un principio haya sido el club el que asumiese este periodo de carencia. El resultado es una importante cantidad que ahora la FIBA tendrá que abonar al club malagueño.
Sin embargo, el hecho de que Milosavljevic tenga el alta médica y esté entrenando no significa que el jugador esté listo ya para volver a las pistas, pues precisa de una puesta a punto adecuada. Este tiempo queda fuera de la cobertura del seguro de la FIBA. Además, el caso del alero del Unicaja es especial, pues se vio afectado por el confinamiento, en el que no pudo recibir tratamiento de recuperación de una lesión tan grave como la suya.
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