Un gabinete de crisis en el Unicaja como el vivido estos días no se daba desde hace nueve años. Hay que remontarse al 19 marzo de 2012 para que se hiciera oficial, en plena temporada, la destitución de un entrenador. Le sucedió a Chus Mateo, que dio paso, tras una interinidad de Paco Aurioles, a la primera etapa de Luis Casimiro. Luego este no logró enderezar la temporada, siendo noveno el equipo en la Liga, fuera de los 'play-off', y lejos de pasar en el 'Top16' de la Euroliga.
Desde entonces el Unicaja se ha movido en proyectos más fijos y duraderos. Jasmin Repesa dirigió al equipo en la temporada 2012-13; Joan Plaza las cinco siguientes, desde la 2013-14 a la 2017-18, y Luis Casimiro, de vuelta al club de Los Guindos, a partir del verano de 2018 hasta su destitución este miércoles.
En realidad el Unicaja, con un Consejo de Adminstración tradicionalmente cauto y conservador en la toma de decisiones sólo ha cambiado de entrenador otras dos veces más en el curso de la campaña. Sucedió en la 2010-11, cuando el mencionado Chus Mateo sustituyó a Aíto García Reneses, en una salida polémica, y en la 2003-04, con la llegada de Sergio Scariolo por Paco Alonso.
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