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Díaz y Alonso presionan a Reed durante el partido jugando en la pista del Nanterre. SUR
Nanterre 80-74 Unicaja

El Unicaja convierte la derrota en su rutina y está eliminado de la Eurocup

El conjunto malagueño, lastrado por su fragilidad en el rebote, cedió ante el Nanterre en los últimos dos minutos del partido

Miércoles, 3 de febrero 2021, 22:02

Los que viesen el partido entre el Unicaja y el Nanterre seguramente pensarán que el equipo malagueño mejora poco a poco. El problema es que si no se gana, es imposible defender cualquier evolución. El conjunto que dirige Fotis Katsikaris está eliminado de la ... Eurocup tras perder en tierras francesas por (80-74). Jugó mejor, compitió y mandó en algunas fases del encuentro, pero fue incapaz de tapar una brecha enorme en el rebote y claudicó al conceder demasiadas segundas opciones a su rival. Ya no hay nada que hacer en Europa.

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Lo de volver a la Euroliga será para otro grupo, otro equipo, otro proyecto y otros jugadores. Quizá también para otro estilo de club, otro Unicaja. Este proyecto está amortizado. Duele decirlo y duele escribirlo, pero el desplome es tan duro como la realidad. La decisión de los dirigentes cajistas de no fichar, junto con el adiós a Europa ahonda en esta sensación que tienen todos los aficionados y todos los que rodean al club. Es el momento de que se haga una profunda reflexión de lo que se quiere para el futuro y cuáles deben ser los pasos a dar, porque en los últimos meses se han cometido demasiados errores. De momento, la sangría no cesa. Lo mejor de la noche fue la actuación de Yannick Nzosa (13 puntos y 5 rebotes) confirmando que es el mejor activo del club a día de hoy..

Desde el comienzo del partido dio la sensación de que el Unicaja había asumido que no tenía nada que hacer ante el Nanterre ni tampoco en la Eurocup. El lenguaje corporal de los jugadores y lo que hacían en la pista iban de la mano. El equipo francés repitió el guion de la semana pasada en Málaga, con un gran despliegue físico y poniendo muchos problemas en la generación del juego cajista. Los bases malagueños estaban en el centro del campo dirigiendo las jugadas, totalmente desplazados por sus defensores. Esto acababa en malos ataques, malos tiros y en errores. Atrás, los jugadores cajistas se veían superados una y otra vez en las acciones de uno contra uno. Para colmo, el Nanterre se hizo con un total de 7 rebotes ofensivos y dominó por completo el primer cuarto (26-13).

El Unicaja pasivo y entregado se transformó por completo. Su defensa creció exponencialmente con Nzosa y Francis Alonso llegando a todos los balones. El ataque era más directo, pero también con más lógica. Llegaron los primeros triples y el partido cambió de forma sorprendente. Todos los jugadores que estaban en la pista sumaban. Jaime Fernández se repuso de un primer cuarto horrendo y encontró soluciones para sus compañeros. Alonso volvía a recuperar el instinto anotador. Abromaitis se mostraba regular y Nzosa ofrecía minutos sobresalientes en defensa. La inspiración ofensiva de Bouteille permitió al equipo malagueño firmar un cuarto soberbio con un parcial de 10-29 para llegar al descanso ganando 36-42. Increíble.

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Tras el repaso del segundo cuarto, el choque se equilibró por completo porque el Nanterre recuperó la agresividad del principio del partido. El conjunto francés no tardó en ponerse por delante (44-42), mientras que el Unicaja tenía más problemas para anotar por esa intensidad física de su rival, aunque cada vez que lo hacía lograba un triple. Anotó cuatro canastas de tres, un tiro libre y sólo una acción de dos puntos. Así aguantó el equipo de Katsikaris para llegar con el partido empatado al último acto (57-57).

El Unicaja aguantó el tipo y respondió de la mejor manera posible, con buen baloncesto, defensa y un Nzosa que se agigantaba por momentos. El chaval firmó siete puntos seguidos y acción espectacular colgándose del aro para poner a su equipo 59-66. Quedaban un mundo por delante, pero el Unicaja estaba compitiendo a buen nivel. También respondió cuando Cordinier desató su talento y asumió el mando del Nanterre, pero esta vez estaba mejor defendido. Parecía que el conjunto de Katsikaris estaba en disposición de acabar con su mala racha de resultados cuando a tres minutos para el final se colocó 66-71 después de un triple de Brizuela. Sin embargo, la fragilidad en el rebote acabó con cualquier opción. Los jugadores franceses se hacían con todos los rechaces debajo del aro malagueño. Kaba hizo un roto tremendo y ahí se esfumaron las ilusiones cajistas. El pívot francés acabó con 21 puntos y 15 rebotes dando la razón a los que reclaman un refuerzo interior para el Unicaja. Por muy buen partido que hiciese Nzosa, el futuro de un proyecto como el malagueño no puede depender de un chaval de 17 años. Pero ya saben, los que mandan en el club dicen que no se ficha.

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