Serguei Tarakanov, sonriente el pasado martes durante el Unicaja-Galatasaray. ÑITO SALAS

El mítico Serguei Tarakanov, testigo del buen momento del Unicaja

El exjugador ruso, campeón del mundo, olímpico y de Europa con la antigua URSS, presenció la victoria ante el Galatasaray

Miércoles, 8 de marzo 2023, 10:34

El buen momento del Unicaja está atrayendo al Palacio de los Deportes a muchos aficionados que se habían despegado del baloncesto, pero también a personalidades que quieren disfrutar del gran ambiente que se vive en la cancha malagueña. En el encuentro del martes ante el Galatasaray había un invitado de excepeción, el mítico Serguei Tarakanov, integrante de la mejor generación de jugadores de la antigua URSS. El alero, que ahora tiene 64 años y pasa largas temporadas en Marbella, presenció el partido a pie de pista junto a su hija.

Publicidad

Se trata de un jugador que lo ha ganado absolutamente todo a lo largo de su carrera deportiva, pues el conjunto ruso dominó por completo el baloncesto mundial antes de que Estados Unidos decidiese echar mano de sus profesionales de la NBA para tomar el control. Tarakanov integró un equipo legendario en el que había jugadores de lituanos, ucranianos, estonios, letones y por supuesto rusos, que décadas atrás formaban parte de la URSS. El plantel de aquella época era estelar, con nombres como Valdemaras Homicius, Rimas Kurtinaitis, Valdis Valters, Marciulionis, Valeri Tikhonenko, Alexandr Volkov, Alexandr Belostenni, Vladimir Tkachenko y un joven Arvydas Sabonis. Con la selección soviética, Tarakanov fue campeón olímpico en Seúl 1988, en el Mundial de Colombia en 1982 y tres veces se alzó con el entorchado europeo (1979, 1981 y 1985).

Tarakanov, durante su etapa como jugador. CSKA

Curiosamente, Tarakanov no gozaba de muy buena imagen entre sus compañeros, pues circulaban rumores de que era un informador de la antigua KGB, los servicios secretos de la URSS, en un periodo en el que las tensiones entre Rusia y Europa y Estados Unidos condicionaban todas las relaciones internacionales y, cómo no, también el mundo del deporte.

A nivel de clubes pasó toda su carrera en el CSKA, aunque en sus dos últimas temporadas como profesional jugó en Alemania y Bélgica. Cuando se recibió la orden de honor de la URSS y forma parte del Salón de la Fama de la FIBA.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad