El Unicaja le da un margen a Katsikaris tras los fichajes de Kravic y Mooney

El Unicaja fichó a Dejan Kravic la semana pasada y ayer confirmó la contratación de Matt Mooney hasta el final de la temporada. El pívot serbio y el base estadounidense son los elementos que Katsikaris debe explotar para producir un cambio en la inercia. El conjunto malagueño se enfrenta mañana a las 20.30 horas al Oostende en el segundo encuentro del Top-16 de la Champions League y no puede fallar después del pinchazo de la semana pasada en casa ante el Cluj Napoca. Otro tropiezo equivaldría a perder buena parte de sus opciones de acceder al 'play-off' de la competición. Tampoco hay margen ya en la Liga Endesa y ahí sí que la reacción debe ser inmediata. El sábado a las 18.00 horas visita al Casademont Zaragoza, que en su último partido en casa ganó al UCAM Murcia. El caso es que viendo el nivel que está mostrando el Unicaja en las últimas semanas, cualquier rival parece difícil de abordar.

Eso dos encuentros son los que determinarán la suerte de Katsikaris, que ha perdido la confianza del consejo de administración del club, que será el órgano encargado de decidir sobre su futuro. Como ya se explicó días atrás, el técnico tiene un año más de contrato, por lo que su caso es una situación compleja en términos económicos. Será la cúpula del Unicaja la que tendrá que, llegado el momento, decidir qué hacer y también habrá que comprobar si cuenta con el visto bueno y el respaldo de la Fundación Bancaria, propietaria del club.

Katsikaris dijo tras la derrota ante el Surne Bilbao que se siente capacitado para revertir la situación, pero el Unicaja comienza a jugarse ya mucho en términos deportivos y económicos, pues en caso de quedar por debajo del noveno puesto se arriesga a perder la plaza en la Basketball Champions League, a la que se accede por méritos deportivos. Por supuesto, el dinero pactado por jugar esta competición se esfumará si el equipo se queda fuera de los puestos de 'play-off', de hecho, si los más de 250.000 euros firmados sólo están garantizados si el equipo acaba entre los cuatro primeros, algo que ya es imposible a todas luces. Conviene tener presente que el equipo ha completado la peor primera vuelta desde la temporada 2003-2004.